El piloto venezolano Francisco Cerullo tuvo un imperial comienzo en el Latam F2000 que se celebró este fin de semana en el trazado Hermanos Rodríguez de Ciudad de México, al imponerse en las dos carreras e iniciar de la mejor manera el camino hacia la defensa de su corona.
Después de adjudicarse la victoria en la primera carrera celebrada el sábado, Francisco Cerullo tomó la salida desde el octavo puesto en la segunda prueba que cerró el programa dominical, y tal como lo hizo en la manga de apertura, su ritmo fue irresistible para sus rivales, consagrándose como el campeón absoluto del Cablecom Grand Challenge.
El caraqueño Cerullo, a los mandos de una máquina del equipo RE Racing con el auspicio de Taller Jackers y Mindeporte, empleó 36 minutos, 54 segundos y 354 milésimas para cubrir las 27 vueltas al trazado de la capital azteca, segunda colocación que correspondió al también venezolano Antonio Apicella, quien finalizó a 25 segundos del ganador, podio que completó el local Fernando Urrutia.
Rumbo al triunfo número dos del fin de semana, Francisco Cerullo volvió a adueñarse del récord de vuelta, al detener los relojes en el séptimo giro 1’20”888, con cerca de un segundo de diferencia frente a la segunda ronda más veloz obtenida por Fabian Welter con 1’21”685.
Por segundo día consecutivo la delegación vinotinto dejó constancia de su calidad al sumar un nuevo 1-2, tras el alcanzado en la jornada de apertura cuando Francisco Cerullo estuvo acompañado en podio por el monaguense José Enrique López, piloto que el domingo confrontó un contratiempo mecánico en su monoplaza que le impidió asegurar al menos el tercer puesto.
Luego de la hegemónica presentación alcanzada por Francisco Cerullo, el monarca se ubica en el primer puesto en la clasificación general del Latam F2000 con 58 puntos, segundo y tercer puesto que también corresponde a pilotos venezolanos, gracias al desempeño de Antonio Apicella y José Enrique López, con 30 y 24 unidades, respectivamente. La segunda fecha del Latam F2000 se disputará el 18 y 19 de mayo en Monterrey.
Por: Octavio Estrada
