El piloto venezolano Diego Ferreira concluyó con éxito el primer campo de trabajo del Instituto FIA de la Academia de Excelencia de Jóvenes Pilotos, intensivo programa de cuatro días de entrenamiento y educación que se desarrolló en la Universidad de Edimburgo, en Escocia, en tanto la siguiente jornada está pautada en enero en Chamonix, Francia.
El trabajo cumplido por Diego Ferreira estuvo enfocado en desarrollar la capacidad física y en mejorar los hábitos de nutrición, elementos que tienen un papel clave en el desarrollo de cualquier piloto que busca escalar a los niveles más altos del deporte a motor.
Los diez integrantes de este selecto programa de prospectos seleccionados de los cinco continentes enfrentaron una serie de exigentes pruebas físicas y mentales, bajo la supervisión del piloto austriaco Alex Wurz y el británico Robert Reid, mánagers de la FIA, los que trabajaron conjuntamente con Elite Sports Performance.
“Ha sido una gran combinación de aprendizaje el que tuvimos en Escocia – aseguró Diego Ferreira – Estuvimos enfocados en la preparación física y en nutrición, lo que me ha servido mucho con miras a encarar el siguiente nivel”.
Los seleccionados del Instituto FIA de la Academia de Excelencia de Jóvenes Pilotos fueron medidos y probados en sus niveles de capacidad física, así como en sus conocimientos en nutrición y aptitud mental.
El primer día de trabajo estuvo enfocado en establecer las fortalezas físicas y debilidades de cada pilotos a través de una serie de pruebas antes de recibir una clase de orientación en sicología del deporte y comportamiento psicométrico. Esto brindó a los estudiantes la oportunidad de entender el amplio rango de retos que van a tener que enfrentar, no sólo en la Academia 2013/2014, sin a lo largo de toda su trayectoria en el automovilismo deportivo.
El segundo día arrancó temprano en la mañana con los participantes que fueron exigidos en sus límites al correr hacia la montaña más alta de Edimburgo, Arthur Seat. Esta prueba mostró la importancia del duro trabajo y la necesidad de empujar cada día de la vida si ellos desean alcanzar sus metas. Los pilotos seleccionaron sus propios alimentos al aplicar los conocimientos nutricionales que habían recibido antes de encarar otra prueba física a unos 40 grados centígrados sobre bicicletas estáticas y máquinas de trote.
Al encarar una serie de pruebas de habilidades cognitivas, los pilotos estaban bien alertas acerca del valor de la adecuada rehidratación y el deterioro de sus habilidades luego de una intensiva hora de entrenamiento en el calor. El día final en el campo de trabajo combinó el conocimiento y la experiencia que ellos obtuvieron durante su preparación, producto tanto del programa físico como personal para alcanzar las metas individuales diseñado específicamente para cada necesidad.
Por: Octavio Estrada