- Tenía buenas expectativas por su experiencia en circuitos permanentes pero el auto presentó problemas
LEXINGTON, Ohio – Las expectativas de tener un buen fin de semana en el circuito permanente de 3.633 Km (2.258 millas) del Mid-Ohio Sports Car Course, se desvanecieron luego de que el auto de Carlos Contreras presentara muchos problemas durante la carrera Nationwide Children’s Hospital 200 de la Serie XFINITY de NASCAR. Así las cosas, el retiro fue inminente.
“Un fin de semana que no fue lo que esperábamos. El año pasado rodamos muy bien, llegamos a estar un buen rato en el Top-5 con la oportunidad de acabar ahí, pero por un contacto no pudimos”, comentó el mexicano.
“Sabíamos que de los tres circuitos permanentes, éste era en el que más chance teníamos de lograr algo importante para el equipo, para Mike (mánager), para nuestros patrocinadores y para mí; por eso escogimos Mid-Ohio. Desgraciadamente desde las prácticas el coche se sentía cómodo pero no era rápido”, dijo.
“Teníamos que poner el auto un poco más suelto, aunque fuera más incómodo de manejar, con el fin de buscar velocidad ya que teníamos una ida de frente en las entradas de las curvas, sobre todo en las curvas lentas. Obviamente por el subviraje, nosotros provocábamos que el coche se fuera de cola en la salida (de las curvas)”, continuó.
“Finalmente encontramos un coche cómodo en las prácticas, pero no estábamos contentos con la posición en la que estábamos. Llegamos a la calificación, mejoramos el tiempo casi un segundo y la posición que sacamos en la calificación fue peor todavía”, aseguró.
“Es raro que con la experiencia que tenemos en circuitos, salgamos en un lugar 29 sobre todo si el año pasado arrancamos en séptimo. Reconozco que traía un pequeño problema con la caja de velocidades, pero eso no afectaba. Definitivamente había algún problema más en el coche, pero no sabíamos qué era”, comentó el primer piloto hispano de NASCAR
“Arrancamos bien, empezamos a pasar coches, a recuperarnos, a agarrar ritmo. Hubo un momento en la carrera que estábamos cómodos con la puesta a punto, pero muy temprano, por ahí de la vuelta 10 o 12 de 75 giros, empezó una ida de cola muy brusca de la mitad de las curvas a las salidas. No era normal, era demasiado agresivo el sobreviraje, por eso estuvimos a punto de perder el coche dos o tres veces”, declaró el piloto del Chevrolet Camaro No. 15 BYBExtreme.com / Dawg-Fight.com / Global Aircraft Solutions.
“Reporté el problema y estábamos en la vuelta del líder. Se abrieron los pits y entramos. Vimos que la barra estabilizadora se rompió. No pudimos arreglarla porque ya no teníamos refacción. Salimos otra vez a la pista con una ida de cola bastante desagradable, lentos, peleándonos con el coche que rolaba más por la barra rota y esto ocasionó que se rompiera la otra barra”, relató.
“Literalmente traíamos una lancha. Fue muy difícil manejar el auto, pero seguimos en la vuelta del líder hasta que de tanto que rolaba el coche, la salpicadera fue cortando en cada vuelta el neumático delantero izquierdo hasta que lo reventó. Afortunadamente no pegamos con ninguna barda, nos fuimos al pasto. Entramos a los pits para cambiar la llanta y luego en el garaje revisaron para ver si había otro problema”, comentó.
“En el proceso perdimos mucho tiempo. El volante ya no estaba en la misma posición, si frenabas en la recta, en la misma recta al acelerar se iba de cola. Había algo más en ese coche. Así que nos salimos. Ya traíamos el problema en la dirección, el coche estaba muy lastimado. Por eso tomamos la decisión de retirarnos de la carrera, porque era un coche muy peligroso y habíamos perdido muchas vueltas. Fue un pésimo fin de semana para nosotros. No fue lo que esperábamos.
Queremos dejar esto atrás y concentrarnos en la competencia en el Continental Tire SportsCar Challenge de IMSA con Rubén Pardo, el próximo fin de semana”, puntualizó el bicampeón de la Serie Mustang en México.
