Capitalinos en la Legendaria semana de la Moto en Mazatlan

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Estimados amigos, este fin de semana asistimos como dignos representantes de CAPITALINOS, a la legendaria semana de la moto en Mazatlán en su edición número XXII.

Asistimos 12 integrantes de este H. Grupo (Próximamente Chapter!, #noselocuentesanadie), lugar al que llegamos después de recorrer 1050 Kilómetros, aproximadamente a las 6:30 PM, para ir a registrarnos al evento e ir a cenar los platillos típicos del lugar, acompañados de unas frías cervecitas, dieron paso a nuestra inauguración Capitalina del evento, e irnos a descansar las 3:00 AM para reponer energías .

EL PRIMER DIA DEL EVENTO, después de desayunar, nos fuimos a recorrer los 30 Kilómetros de Malecón que tiene este bello lugar (El segundo más grande de Latinoamérica después del de Brasil), en donde disfrutamos de la brisa del mar y decidimos ir a tomar un paseo en lancha para visitar tres Islas así como también ver Leones Marinos en su hábitat natural.

El paseo a un paso lento hizo que más de uno quisiera platicar con los monstruos debido al movimiento al ritmo del vaivén de las olas, pero que mitigamos inmediatamente con una copita de wisky, que nos acompañó a la Isla del Venado, lugar en donde desembarcamos para saborear las frescas aguas de este mar de Cortes y en donde estuvimos un par de horas.

De aquí nos fuimos a otra Isla a comer mariscos, en donde a ritmo de Banda y con los cantantes del grupo (Gorila, Trueba y Leo), degustamos la comida y coreamos las canciones interpretadas, para posteriormente regresar al hotel y prepararnos para la primera noche del evento.

Llegamos al evento para escuchar a La Castañeda que a ritmo de rock amenizo la noche, las chelas y la cena ( a los que nos presentamos a esta cita ), ya que algunos se fueron al malecón a darle unas vueltecitas a las plebitas que se reunían ahí y que algunas hasta casco llevaban para subirse a quienes las invitaran al paseo.

Obvio los solteros del grupo fueron quienes se dirigieron a ese horrible lugar y que por extraña razón llegaban después de los que nos quedamos en el evento oficial, en su juicio y muy contentos! verdad Lalo Trueba y Leonardo???

EL SEGUNDO DIA DEL EVENTO, nos fuimos a la playa para disfrutar de los diferentes concursos que tenían preparado los organizadores, el primero de los cuales era de Pole dance, lugar que a pesar de que nosotros estábamos bien instalados con nuestras sombrillas, al momento del concurso, se llenó y nos dejaron sin poder ver desde nuestro privilegiado lugar, por lo que solo algunos que decidieron broncearse, se fueron a ver el concurso más cerca, obviamente los solteritos que estaban presentes.

Posteriormente siguió el concurso de Tatuajes y el de bikinis, pero nosotros nos retiramos a la alberca del hotel para refrescarnos y prepararnos para llegar al evento con toda la actitud, lugar al que llegamos justo cuando iniciaba el “homenaje a los caídos”, una ceremonia muuuuyyyy emotiva en donde se reconocieron a varios de nuestros hermanos bikers que perdieron la vida haciendo lo que más les apasionaba…rodando y que cerró con una bella oración que a más de uno nos aflojaron las lágrimas, recordando las palabra de uno de los bikers de mayor edad de Mazatlán, “prefiero morir rodando en el espinazo del diablo que postrado en una cama”.

Sin embargo pasando esta sección, se levantaron los ánimos con Pato Machete y Celso Piña con sus melodías ballenatas que pusieron a bailar a los asistentes a este evento y quienes a ritmo de “los caminos de la vida” regresamos a nuestra realidad y disfrutamos coreando sus canciones.

TERCER DIA DEL EVENTO, Estuvimos durante la mañana en el hotel, curándonos la cruda que traíamos más de uno, hasta que fue la hora del desfile en el Malecón, lugar en donde se buscaba romper el record Guiness con una asistencia de 22,000 motos encendidas al mismo tiempo, cifra que no se reunió, a pesar de que el lugar estaba lleno de motos aunque la verdad eran más los espectadores ahí presentes y que efectivamente había más motocicletas que algún evento de USA.

Así que después de tomar las fotos oficiales, nos fuimos al Hotel a preparar nuestra asistencia al cierre del evento con el concierto Rock en tu idioma sinfónico, el cual duro únicamente 45 minutos en lugar de las 2 horas que habían prometido los organizadores, así que muy a nuestro pesar tuvimos que conformarnos con escuchar solo algunas de las canciones esperadas y despedirnos de este multitudinario evento.

NUESTRO REGRESO se trazó por el legendario Espinazo del Diablo, que causo ciertas dudas en más de uno de los asistentes ya que al escuchar diferentes comentarios de diferentes bikers acerca de que era una ruta muy difícil y peligrosa, se querían desviar por el camino del bien, sin embargo nos mantuvimos firmes en nuestra decisión de aprovechar el viaje y darle a las curvitas de esta ruta.

Esta carretera conocida como El Espinazo del Diablo está considerada una de las más peligrosas del mundo, debido a sus reducidos carriles, piedras en el camino, ganado paseando en la carretera como si estuvieran en su corral y un sinfín de curvas que la componen, y que durante sus 160 kilómetros de vueltitas y sus 10 Kms a una altura de 2400 MSNM que componen el Espinazo debido a sus impresionantes barrancas a ambos lados del camino algunos dicen que te hacen ver al diablo, sin embargo nosotros simplemente nos lo despachamos y bautizamos como La Cola del Diablo debido al orgasmo que nos causó recorrerla para coronarnos como unos bikers avanzados después de 3 ½ horas de vueltas y vueltas.

Posteriormente para limpiarnos de todo pecado cometido, nos paramos a comer en el pueblito denominado “Nombre de Dios”, que a ritmo de unas flautas de carnitas fuimos perdonados para finalmente llegar a Zacatecas en donde después de un rico día de carretera, cerramos el trayecto con un par de botellitas de Buchanans para recapitular lo vivido y en donde le autografiamos una playera a Gerardo nuestro amigo Español El recién bautizado “Pilarico” quien se animó de última hora a acompañarme en esta aventura antes de regresarse a la madre tierra.

El Lunes después de desayunar emprendimos la última etapa de nuestro camino de regreso a casa, el cual se trazó pasando a un lado de la laguna de Yuriria y atravesar la laguna de Cuetzalan, ambos pueblos mágicos que nos deleitaron con sus paisajes y que también nos alimentaron con unos ricos taquitos de charales, ancas de rana y hamburguesas de pescado.

Así fue como después de 2500 kilómetros recorridos en nuestros corceles de acero, concluimos esta épica aventura, en compañía de buenos amigos, un ambiente lleno buen humor y camaradería, haciendo lo que más nos gusta, rodando, explorando y conviviendo.

Nos vemos el próximo fin de semana para regalarles una sonrisa y muchos juguetes a los niños del Cides en Tepeapulco.

Saludos: Alex Kabalo Juárez.