La ruta a Tucumán se dividirá en dos sectores cronometrados (salvo para los pesos pesados) de naturaleza bien diferenciada, tras los cuales las motos culminarán su etapa maratón. Se trata de una etapa que se desarrollará en tres versiones para las categorías de motos/quads, coches y camiones. Entre “chimeneas de hadas”, cañones y cactus, los pilotos se reencontrarán con el rojo y verde del teatro natural más hermoso de Argentina, que se extiende a lo largo de más de 150 km en un entorno propio de las películas del Lejano Oeste. En el segundo tramo cronometrado, que se disputará sobre un terreno inédito en el Dakar, los pilotos se encontrarán con un paisaje totalmente distinto, con pistas más arenosas y, en ocasiones, pedregosas. Es posible que sufran por las condiciones climáticas, al menos si el viento decide entrar en escena y se mezcla con los fuertes calores que azotan a la región estos días. Habrá que vigilar muy de cerca el binomio Al-Attiyah/Peterhansel así como la situación en carrera de las primeras motos y camiones. El único al que se le permite afrontar la jornada con cierta tranquilidad es Marcos Patronelli, cómodo líder de la categoría de quads.