Óscar Fuertes supera una odisea personal para poder estar en el Dakar

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  • El piloto de SsangYong Motorsport toma la salida en Jeddah convencido de sus posibilidades, pese a sufrir en agosto graves quemaduras en las piernas y una lesión de rodilla en diciembre.
  • Junto al copiloto gallego Diego Vallejo, el ex campeón de España de rallys confía en la competitividad del Korando DKR en el nuevo escenario del Dakar, Arabia Saudí.
  • “El objetivo sigue siendo el mismo, luchar por estar lo más arriba posible, y esperemos que la lesión acabe siendo una anécdota pasajera”.

El Dakar es una carrera de obstáculos que pone a prueba la resistencia de pilotos y máquinas en un entorno extremo, pero para Óscar Fuertes el mero hecho de llegar a la ceremonia de salida de la 42ª edición, en Jeddah, ha supuesto una odisea personal que ha culminado a base de tesón y coraje. El piloto madrileño de SsangYong Motorsport inicia mañana su tercera participación en la carrera más dura del mundo recién operado de la rodilla izquierda, un revés que se sumó a un grave accidente anterior.

“Va a ser doloroso”, reconoce, pensando en la paliza diaria que le espera en las próximas dos semanas. Sin embargo, la falta de preparación no altera sus ambiciosos objetivos. Junto al copiloto gallego Diego Vallejo, el ex campeón de España de rallys aspira a luchar por la categoría T1.3 (todoterreno modificados gasolina de dos ruedas motrices), al volante del nuevo SsangYong Korando DKR.

La preparación del primer Dakar en Arabia Saudí por parte de Óscar Fuertes se empezó a torcer a finales de agosto debido a un accidente doméstico en el que sufrió quemaduras en las dos piernas, que a punto estuvieron de tener graves consecuencias. “Me he recuperado, pero me tiré dos meses parado, sin poder moverme y con las piernas vendadas. Perdí masa muscular, pero lo peor fue que también perdimos un tiempo muy valioso”, explica.

Fuertes no pudo retomar la preparación del Dakar hasta el mes de noviembre, lo cual frustró la participación de SsangYong Motorsport en el Rally de Marruecos, para comprobar en carrera las aptitudes del nuevo Korando DKR. Pero el destino todavía guardaba un segundo revés para Óscar Fuertes, a mediados de diciembre, ya en plena cuenta atrás para viajar a Arabia Saudí. Mientras hacía pruebas de navegación en Marruecos con Vallejo, se rompió el menisco y desgarró el ligamento cruzado de la pierna izquierda tras sufrir una caída.

Los médicos intentaron quitarle de la cabeza la idea de correr, pero la fuerza de voluntad del piloto pudo más. El 19 de diciembre se sometió a una artroscopia, y Fuertes empezó su Dakar particular para estar hoy en Jeddah. “He trabajado a tope con el fisioterapeuta, que me acompaña también en el Dakar para controlar la lesión. Llego con el menisco operado y el ligamento cruzado roto, ya que no era posible operarlo si quería correr… Va a ser doloroso”, confiesa.

La primera consecuencia es que el piloto de SsangYong ha tenido que cambiar sensiblemente su estilo de pilotaje. “Normalmente, frenaría con el pie izquierdo, una técnica que adopté en los rallys de tierra, pero ahora tendré que usar únicamente el derecho, para acelerar y también para frenar”, explica. No obstante, la sucesión de contratiempos no rebaja el listón de la marca coreana, que disputa su séptimo Dakar y el tercero seguido con Óscar Fuertes. “Es nuestro tercer año, ya no somos unos novatos. Tenemos experiencia, un coche magnífico, un equipo magnífico, un copiloto magnífico… Ahora, en vez de luchar contra la carrera, tenemos que luchar contra los demás y estar lo más arriba posible”, afirma, olvidando las desdichas sufridas.

Después de ser cuarto en T1.3 en 2018 y tercero en 2019, el piloto de SsangYong incluso ve factible luchar por la victoria en su categoría. “Hay mucha competencia, pero tenemos que estar ahí. El nuevo Korando DKR es mucho más competitivo y, sobre todo, mucho más equilibrado. Con este coche y el terreno que se espera en Arabia Saudí, nos vemos con más posibilidades”, valora.

El terreno es precisamente una de las grandes novedades del Dakar 2020, y Óscar Fuertes considera que también puede ser uno de sus grandes aliados. “Van a ser unas especiales muy rápidas; nos esperan pistas bastante rectas y una velocidad mucho más alta que lo que habíamos visto estos últimos años en Sudamérica. A mí, personalmente, me apetece mucho este tipo de terreno”, asegura.

Derivado de lo anterior, la navegación también será más delicada, con hasta seis etapas en que los equipos no recibirán el roadbook hasta los minutos previos a la salida. En este sentido, todavía será más importante la labor de Diego Vallejo, que afronta su quinto Dakar, el tercero con SsangYong y Óscar Fuertes. “Cuanto más difícil sea la navegación, más se igualará todo, y eso es positivo. Cuando tú confías en tu copiloto y has trabajado bien el tema de la navegación, que sea complicada significa que a lo mejor podemos sacar ventaja”, razona el piloto madrileño, poniendo de relieve la gran sintonía con el copiloto lucense dentro de la cabina del Korando DKR.

Y es que, a los 45 años, Óscar Fuertes ha encontrado en el Dakar el escenario idóneo para la segunda parte de su carrera deportiva, después de haber sido uno de los mejores pilotos españoles de rallys de tierra tras ser seleccionado por el Carlos Sainz Júnior Team en 1998, una etapa que culminó con el título nacional en 2011. “Para mí, de alguna forma, es una segunda juventud y la estoy disfrutando muchísimo. Sobre todo porque tenemos un objetivo ambicioso y que cada año lo tenemos más cerca. Esto es lo que me motiva”, asevera, antes de atreverse a imaginar el resultado de SsangYong Motorsport en el primer Dakar en Arabia Saudí: “Un top 20 estaría bonito, sí…”.