Las especulaciones en torno a las opciones de unos y otros de coronarse en el Dakar han alcanzado su clímax y culminado al mismo tiempo en la segunda y última jornada de verificaciones técnicas y administrativas. Mañana, será sobre el terreno de juego donde los aproximadamente 345 vehículos (la cifra definitiva está por confirmar) tomarán la salida de un prólogo de 11 kilómetros que les llevará hasta la línea de meta de Rosario.
En el Dakar, los años y los días nunca se asemejan. Durante la segunda jornada de verificaciones, el cielo de Buenos Aires ha jugado al contraste al ritmo de las agujas del reloj, enviando a la misma hora chubascos y rayos de sol sobre el capó de los buggys y 4×4 que se presentaban en Tecnópolis. En mitad de este rompecabezas para los meteorólogos, se ha ido abriendo camino e imponiendo una idea a fuerza de constancia: la lucha por el título será dura y encarnizada en todas las categorías. La armada X-Raid, primera en animar el parking de espera con sus 12 Minis, ha aportado el tono de la seguridad en boca de su jefe de filas y defensor del título Nasser Al Attiyah. El catarí, consciente de la competencia interna que representan Nani Roma y Orlando Terranova, conoce sus bazas y el respeto que inspira, tras “una temporada excepcional donde he volado con Matthieu Baumel y en la que hemos ganado varios títulos en terrenos de distinta naturaleza”. El principal favorito ha dejado caer, como quien no quiere la cosa, que “el Peugeot ha progresado pero no me parece aún lo suficientemente fiable. En cualquier caso, para no perder, tendremos que ser inteligentes”.
La respuesta no se ha hecho esperar del lado de la parte aludida. Integrante del Dream Team Peugeot y, dicho sea de paso, pentacampeón en una vida anterior, Cyril Despres opina que el “2008 DKR ha evolucionado enormemente” y no descarta que pelee por las primeras posiciones, concretamente de la mano de Carlos Sainz y Stéphane Peterhansel. Los flashes de los fotógrafos han eclipsado los relámpagos argentinos cuando el nuevo miembro del clan, de nombre Sébastien Loeb, salía de su coche reluciente para compartir sus impresiones en la previa de la carrera. Prudente, el piloto oriundo de Alsacia, cuyas grandes victorias se enmarcan en el WRC en la propia Argentina, habla ante todo de “disfrutar” de la carrera sin olvidarse, eso sí, “que el objetivo es ser competitivo”. ¡Y aquí cada cual sabe muy bien a lo que se refiere! Pese a la multitud de aspirantes, ni Giniel De Villiers ni Yazeed Al Rajhi de Toyota cuentan con hacer las veces de árbitros entre los Mini y los Peugeot. Su objetivo no es otro que el primer peldaño del podio.
La situación se perfila más peliaguda si cabe en motos, donde abundan los favoritos en un paisaje del todo transformado después de las salidas de Cyril Despres y Marc Coma. Hoy, era el turno de las KTM de Toby Price, Jordi Viladoms y Mathias Walkner, las Yamaha de Helder Rodrigues y Alessandro Boturi y las Husqvarna de Pablo Quintanilla y Ruben Faria, que han presentado sus respectivas estrategias. El cuadro completo ha sido analizado con tino por otro firme candidato, Olivier Pain, quien calcula que son grosso modo “treinta los pilotos capaces de colarse en el Top 5. ¡Es mi décimo Dakar, no me espera nadie y eso me beneficia!”.
En lo que respecta a los quads, el buen rendimiento de los latinos en las últimas ediciones hace que el viento sople a su favor, si bien Rafal Sonik ya fue capaz de hacer tambalear su reinado el año pasado. Su predecesor, Ignacio Casale, llega con ansias de revancha y una quincena de kilos de músculo adicional con respecto a la pasada edición: “Nunca antes he llegado tan preparado como ahora. En este Dakar veremos ganadores de etapa diferentes en cada etapa. Todo contará… ¡La carrera se presenta de lo más abierta!”.
Los pilotos rusos de Kamaz, que enviaron sus camiones azules al parque cerrado ayer, llegan sin duda preparados para el acoso de sus rivales habituales, que aportan este año importantes novedades. Su principal rival, Gerard De Rooy, vencedor en 2012, ha perdido el apoyo de su primo Hans Stacey, ganador en 2007, pero ha realizado el traspaso del año al reclutar a Ales Loprais. La rebelión está servida…