El chileno sufrió problemas en su moto por la sal del Salar de Uyuni y debió ser remolcado por la chilena Paula Galvéz.
Pese a que todo indicaba que sería el adiós de la competencia para “HULK”, el piloto CIDEF Kawasaki logró llegar a la meta y ahora se ubica en el 35º lugar de la general.
“Las condiciones no eran las adecuadas para una etapa del Dakar, espero que más adelante la organización tome en cuenta la opinión de los pilotos”, precisó el oriundo de Coyhaique.
12 de enero.- Una verdadera pesadilla vivió Patricio Cabrera en la octava etapa del Rally Dakar. El piloto CIDEF-Kawasaki se encontraba en franco ascenso durante los últimos días, sin embargo, en la jornada que unía Uyuni con Iquique la fortuna no estuvo de su lado.
Todo comenzó mal para “Hulk”. Las malas condiciones climáticas no hacían óptima la realización de la etapa, sin embargo, la organización no escuchó la opinión de los participantes, quienes debieron largar. En ese contexto, la Kawasaki KX 450F del chileno literalmente dejó de funcionar, debido al agua y la sal que le entró a conectores eléctricos. De esa forma, sin poder encender el motor, parecía que la odisea del Dakar llegaba a su fin.
Pero Cabrera no se rinde con facilidad. Y en esta ocasión, gracias a la enorme ayuda de Paula Galvez, la chilena que participa en quads, pudo salir remolcado desde el salar y seguir en carrera.
“La Paula me dio un apoyo enorme, sin ella no hubiese podido salir desde ese lugar. Sólo tengo palabras de agradecimiento, pues dejó de lado sus pretensiones por ayudar a un compatriota, demostrando el espíritu deportivo que la hace una tremenda deportista”, reconoció Cabrera.
Pero los problemas no acabaron al salir del salar. En ese momento, el oriundo de Coyhaique desarmó su moto, limpió lo que más pudo y así pudo volver a la competencia, ya sin la preocupación del tiempo y con el único objetivo de terminar la etapa.
Es así como llegó hasta Iquique, tras una extenuante y maratónica jornada, en el lugar 82, con un tiempo de 7:21’36’’, a 4:25’17’’ del ganador del día, Pablo Quintanilla. Con este resultado, Cabrera descendió al 35º lugar de la general.
Tras arribar a la meta, el patagónico indicó que “lo único que pensaba era en terminar la etapa. Me puse como meta llegar hasta Buenos Aires, terminar mi tercer Dakar consecutivo y no me pienso rendir. Así es que ahora a trabajar en la moto, afinar los detalles, dar vuelta la hoja y tratar de cumplir el mejor desempeño en las siguientes jornadas».
Respecto de las complicaciones que vivió en el salar (junto a muchos otros pilotos), Cabrera fue enfático en señalar que “las condiciones no eran las adecuadas para una etapa del Dakar, espero que más adelante la organización tome en cuenta la opinión de los pilotos y se priorice la seguridad”.
Fuente: Mauricio Monroy S.