El italiano pilotó una R1 en la pista sanmarinense con el objetivo de testar su físico.
Valentino Rossi (Movistar Yamaha MotoGP) pudo probar cómo se encuentra físicamente en el Misano World Circuit Marco Simoncelli. El italiano lo hizo con una Yamaha R1 con el objetivo de conocer si estará listo para Aragón, o bien tendrá que esperar hasta Motegi.
El piloto de Yamaha ha participado este lunes en un entrenamiento privado, preparado por la marca japonesa para el ‘Doctor’ en el circuito de Misano. Lo ha supervisado todo su jefe de mecánicos, el veterano italiano Silvano Galbusera, al que el ‘team’ Movistar Yamaha, le ha pedido que antes de desplazarse a España, en teoría, para ayudar al holandés Michael Van der Mark a pilotar la Yamaha M1 de ‘Vale’, se acerque a Misano para ver si Rossi está o no a punto de volver.
Si así fuera, sería mucho antes de los 40 días que le recomendó su cirujano, el doctor Raffaele Pascarella, que ya dijo que él no tenía una bola de cristal y que, por tanto, no sé qué ocurrirá, pues estos muchachos siempre acortan los plazos de recuperación, ansiosos como están por volver a pilotar.
Rossi, que desde el primer día que abandonó la clínica de Ancona donde fue intervenido, el pasado primero de septiembre, ha estado encerrado en su mansión de Tavullia rodeado de fisios, recuperadores y máquinas que aceleran su rehabilitación, se pone a prueba antes de decidir si viaja o no a Motorland y el viernes intenta pilotar su moto en el FP1, el primer entrenamiento del fin de semana.