- El Test de Sepang ha permitido que ambos constructores se posicionen como candidatos a pelear por todo en la nueva temporada.
El reciente Test de Sepang permitió extraer importantes conclusiones después de la primera toma de contacto oficial de los pilotos de MotoGP™ con el asfalto en el nuevo año. Al margen de algunas lecciones clave que pudimos interpretar, las 3 jornadas de pruebas en el trazado malasio encumbraron a dos fábricas en particular por sus respectivos progresos: Yamaha y Suzuki. Ambas han progresado de forma importante y comienzan a tomar la delantera en su objetivo de asaltar el reinado de Marc Márquez (Repsol Honda Team) en 2020.
Yamaha ha centrado buena parte de la atención en las últimas semanas al margen del vendaval de movimientos con el mercado de pilotos y de la introducción del famoso dispositivo ‘holeshot’ en un Test que ha vuelto a poner en valor el potencial de Maverick Viñales (Monster Energy Yamaha MotoGP) y Fabio Quartararo (Petronas Yamaha SRT).
El de Roses se permitió el lujo de aparcar cualquier obsesión por el ‘time attack’ y la tabla de tiempos para centrarse en su simulación de carrera, acumulando registros realmente competitivos, después de rodar hasta 83 vueltas en la última jornada. Maverick, pletórico a nivel físico y mental, demuestra así su particular cambio de chip, consciente de la necesidad de ser cada vez más fuerte en el ritmo de carrera.
Por lo que respecta a Quartararo, el joven piloto francés se ha adaptado bien a la nueva M1 2020, después de liderar los registros durante todo el Test, aunque deberá trabajar a fondo para mejorar su regularidad en el ritmo de carrera. A una vuelta, eso sí, se está mostrando a un gran nivel, como el caso de Valentino Rossi (Monster Energy Yamaha MotoGP), que se despidió de Sepang con el quinto mejor registro. Franco Morbidelli (Petronas Yamaha SRT), por su parte, también tratará de sorprender desde la sombra.
Marc Márquez, sin embargo, no deberá centrarse exclusivamente en controlar las evoluciones de los pilotos de Yamaha, ya que Suzuki también emerge cada vez con más fuerza con el objetivo de dar el salto definitivo en la pelea por un título que se resiste desde el conquistado por Kenny Roberts Jr. en el año 2000, cuando el estadounidense tomó el testigo de la corona mundial lograda por Àlex Crivillé un año antes con Honda.
Los registros obtenidos en el Test de Sepang por parte de Àlex Rins y Joan Mir (Team Suzuki Ecstar) ratifican la mayor potencia del motor de la nueva GSX-RR, ya que se consolidaron de forma habitual en el Top 10 de la tabla de tiempos. Un gran primer paso para conseguir ser más competitivos esta temporada en la búsqueda del ‘time attack’ de cara a las sesiones clasificatorias.
Rins ya impresionó el año pasado al presentar candidatura a lograr grandes cosas al dar el gran golpe en Austin y Silverstone con sus primeras victorias. Este año, después de alcanzar una mayor madurez y gozar de una mayor potencia, quiere más. En Sepang, después de 3 intensas jornadas, finalizó con el tercer mejor crono, tan solo por detrás del propio Quartararo y Cal Crutchlow (LCR Honda Castrol). Sin embargo, impresionó todavía más su simulación de carrera, clave para entender hasta qué punto puede rendir en las primeras citas del año.
Los esfuerzos y los recursos invertidos en Iwata y Hamamatsu han comenzado a dar sus frutos de la mano de los pilotos oficiales y también sus probadores, donde Yamaha también ha hecho una fuerte apuesta al recuperar la figura de Jorge Lorenzo. Ambos fabricantes quieren recortar el terreno y aspirar a desbancar a un Marc Márquez (Repsol Honda Team) que en Sepang se vio limitado por la recuperación de su hombro operado. ¿Tendrá problemas el octocampeón para controlar el auge de ambas fábricas? En menos de un mes comenzaremos a salir de dudas.