Rossi, la fortaleza de un mito con un sueño en el horizonte

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  • Valentino debe pasar página a un inicio de curso discreto para empezar a preparar un 2020 en el que podría contar con una ilusionante M1.

Las legiones de aficionados que arrastra Valentino Rossi no esconden una dolorosa realidad: La primera mitad de la temporada 2019 ha despertado cierta preocupación entre los seguidores más fieles del ‘Doctor’. A sus 40 años y tras verse penalizado por los abandonos en Mugello, Catalunya y Assen, el ’46’ ha vuelto a revivir los fantasmas de los dos años oscuros en Ducati.

Las sensaciones a estas alturas de temporada son diametralmente opuestas a las de 2018. Pese a no cosechar tampoco ninguna victoria, Rossi llegó entonces entonado al parón estival, después de cosechar 4 podios desde Le Mans a Sachsenring. Una racha muy positiva que invitaba a soñar.

Su buen papel en aquellas citas le permitió comenzar a superar de forma habitual a sus compañeros de Yamaha Maverick Viñales y Johann Zarco. Pese a que no volvería a subir al podio en el resto de la temporada, el italiano finalizaría el curso 3ºpor detrás de Marc Márquez y Andrea Dovizioso.

La historia está siendo muy distinta este año. Después de su habitual pretemporada de perfil bajo, Rossi cobró vida en la primera cita en Qatar, en la que terminó 5º a solo 6 décimas del vencedor ‘Dovi’. El paso adelante llegaría en las siguientes carreras. En Argentina fue 2º tras superar al propio ‘Dovi’ en un final agónico, un resultado que repetiría en Austin tras un mano a mano espectacular con Álex Rins.

Con el desembarco del campeonato en Europa comenzaría a perder fuelle. En Jerez y Le Mans finalizó 6º y 5º, respectivamente, pero el punto de inflexión negativo llegaría a partir de Mugello. Tanto la carrera en casa como la de Assen supondrían una gran decepción al irse al suelo en unos circuitos favorables en los que acumula un total de 19 victorias. En medio de ambas citas, además, el ’46’ fue víctima del ‘crash’ múltiple originado por Jorge Lorenzo en Catalunya.

Al margen de su discreto papel en las últimas citas, Rossi debe sumar el contraste respecto a su compañero, Maverick Viñales, vencedor en Assen y 2º en Alemania, y el imparable auge de Fabio Quartararo (Petronas Yamaha SRT), poseedor de un ritmo diabólico en los entrenamientos y que ya ha cosechado 2 podios y 3 ‘pole positions’.

El rendimiento al alza de ambos jóvenes pilotos compromete aún más el papel de un Rossi que, precisamente, es ahora 6º en la general tras ceder la quinta plaza a Viñales. Un dato, además, habla por sí solo: ‘Vale’, que finalizó 8º en la carrera de Sachsenring a 19 segundos de Márquez, fue 20 segundos más lento que el tiempo marcado el año anterior.

«Parece que la moto necesita una puesta a punto diferente a la del año pasado», declaró Rossi tras la carrera en Alemania. «Pero para mí y también para Franco (Morbidelli) es más difícil utilizar este tipo de ‘setting’, con el que Maverick y Quartararo son muy fuertes», añadió el italiano.

A pesar de su edad, Rossi insiste en mantener viva la llama de su pasión en MotoGP™y no piensa en el final de su laureada trayectoria. «Tenemos que encontrar el camino, tenemos que encontrar nuestra moto. Porque si hoy soy tan rápido como el año pasado, pero he acabado 8º porque los otros chicos progresan y son 20 segundos más rápidos, dices ‘quizás se acabó, es difícil’. Pero he sido 20 segundos más lento que el año pasado, no hace 5 años. Y me siento bien. Me siento concentrado. Me siento motivado, pero no tengo el tacto con la moto», analizó el ‘Doctor’.

Rendirse, en cualquier caso, no va con él: «No nos rendimos, porque es cierto que soy mayor, pero el tema es que el año pasado ya era mayor. También hace 5 años ya era viejo. Pero respecto al año pasado son sólo 12 meses y, sinceramente, no siento que me esté dando por vencido, o que no me concentre, o que no tenga suficiente motivación para llegar al fin de semana de carreras».

Es cierto, por otro lado, que Yamaha ha contado con pocas actualizaciones a lo largo del año. Rossi dispuso de un nuevo escape en el GP Monster Energy de Catalunya, un intento de potenciar la velocidad punta de la M1 que, en su opinión, no ha tenido un gran impacto. Pero, por fortuna para el mito italiano, hay motivos para pensar en positivo a corto plazo: en el test post-GP de Brno todo apunta a que podrá probar la M1 2020 por primera vez. Una moto que despierta ilusión en Iwata y que podría dibujar un horizonte esperanzador para ‘Il Dottore’.

A nivel de competición, el trazado checo de Brno y el británico de Silverstone siempre han sacado a relucir el buen rendimiento de las motos del constructor japonés. Rossi tiene la esperanza de que los próximos cambios y las experiencias de las semanas inminentes puedan catapultarlo hacia una posición preferente en su intento de poner fin a una sequía de victorias que se extiende a más de dos años. El sempiterno objetivo de ‘La Décima’ sigue más vivo que nunca.