- El piloto alemán se corona en Francia después de una temporada de impresionante dominio en la categoría.
Dominio, pasión, velocidad, habilidad, campeón. Solo unas pocas palabras para resumir a Markus Reiterberger (alpha Racing-Van Zon-BMW) y su temporada 2018 en el Campeonato Europeo Superstock 1000. El piloto alemán deja este domingo el Circuit Nevers Magny-Cours como nuevo campeón de la categoría. En el último Round de la temporada, este talentoso motociclista de 24 años ha logrado cruzar la línea de meta en tercera posición y ya es el nuevo rey de STK1000, y el último que veremos en el paddock de WorldSBK, pues la categoría desaparece del programa del Campeonato en 2019.
Oriundo de Trostberg en Alemania, Reiterberger comenzó a competir en 2007 en la Red Bull Rookies Cup, pero su primera victoria en competición se produjo en 2009, en la Yamaha Cup, torneo en el que se coronó campeón la siguiente temporada. Pasó a competir en el IDM y en el Campeonato Europeo Superstock 1000, y progresó en ambas series. Había encontrado su vocación.
De regreso al Campeonato del Mundo MOTUL FIM Superbike como campeón del IDM después de media temporada de ausencia, Reiterberger se ha mostrado pletórico de confianza a lo largo de la campaña 2018, ya desde la primera cita de la temporada en MotorLand Aragón. Con cinco años de experiencia en este paddock, los circuitos del calendario eran un territorio familiar para él y, respaldado por el equipo con el que venía de ganar el campeonato alemán, se convirtió desde el principio en el hombre a batir.
El trazado de MotorLand fue el escenario de su primera victoria. Allí arrancó desde la pole position, se despegó de todos a falta de tres vueltas y cruzó la meta con más de dos segundos de ventaja. Una semana más tarde, el paddock viajó al TT Circuit Assen para disputar el Round MOTUL de Holanda. El alemán prosiguió su dominio, firmó una segunda pole y se llevó su segunda victoria de la temporada por más de cinco segundos. Con una ventaja de diez puntos en la clasificación del campeonato, se le veía perfectamente sincronizado con su BMW S 1000 RR.
La tercera ronda, en Imola, supuso todo un reto para Reiterberger. El circuito italiano, estrecho, sinuoso y técnico, se le atragantó, y no pudo pasar de una quinta posición. El traspié redujo a sólo un punto su ventaja al frente de la general.
Volvió por sus fueros en el Reino Unido. El rápido y fluido Donington Park se ajustaba perfectamente a su pilotaje y Reiterberger lo demostró con una victoria dominante por más de cuatro segundos, tras salir desde la pole position. De allí salió con la confianza reforzada y habiendo recuperado parte de su ventaja, pero en la siguiente carrera, en el Automotodrom de Brno, la lluvia arreció poco antes de que se apagaran los semáforos, algo para lo que no estaba preparado. A pesar de ello, Reiterberger pudo salvar una cuarta posición en una carrera cuesta arriba, sin opciones de pelear por el podio.
En dirección a Misano con una ventaja de nueve puntos, Reiterberger empezó a acariciar el título en esa segunda visita a Italia. Su cuarta victoria de la temporada le dio una ventaja de 14 puntos y la oportunidad de llevarse la corona en la siguiente carrera, después de las vacaciones de verano.
El piloto germano no aprovechó ese primer match ball en Portimao, ya que su tercera posición seguía dando posibilidades a sus rivales Roberto Tamburini y Maximilian Scheib. Pero en Francia y en el Round final le ha llegado la hora de levantar el trofeo. En la revirada pista gala, Reiterberger ha ofrecido una buena actuación, peleando hasta el final con sus rivales directos, hasta cruzar la meta en una tercera posición que le corona como el Campeón de 2018. Su contundente éxito a lo largo de 2018 deja escrita una última página muy brillante en la historia de STK1000.
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