El italiano Luca Scassa, ahora en el doble papel de piloto y manager, se muestra optimista sobre las posibilidades de éxito de Ducati.
En 2015, Luca Scassa se embarca en el reto de conjugar el trabajo de piloto con sus nuevas responsabilidades de gestión en el equipo Aruba.it Racing Ducati Superbike, fruto de la asociación entre la escuadra oficial del constructor italiano y la marca italiana que da nombre al equipo. El piloto de Arezzo considera que la marca tiene opciones de ganar desde el inicio de la temporada, en Phillip Island.
«¡Es una larga historia…no creo que tengamos tiempo suficiente!», bromea Scassa al explicar las circunstancias en las que ha asumido su nuevo papel. «Hemos estado trabajando en este proyecto con Aruba durante unos meses y finalmente ha nacido el proyecto Aruba Racing. Es una sensación bastante extraña para mí porque tengo un pie en el estribo como piloto y otro en el rol de manager. Es interesante ver las cosas desde el otro punto de vista”.
Con los cambios en el reglamento técnico que entran en vigor en la campaña 2015 -sobre todo en lo tocante a motor y electrónica- Scassa confía en que Ducati pueda ser competitiva y logre la que sería la primera victoria desde que el modelo Panigale debutó en el Campeonato a principio de 2013.
«Creo que Ducati es de los que han perdido menos», admite. «Otras marcas como Kawasaki y Aprilia quizás lo acusen algo más en velocidad, especialmente a nivel del motor. Ducati se mantendrá en el mismo nivel, más o menos; han cambiado algunas cosas, pero es una moto muy competitiva, más rápida que el año pasado. Parece más fácil para los pilotos (Davide Giugliano y Chaz Davies) y de hecho, ellos se sienten con mucha confianza. Además, la gente dentro del garaje es increíble. Todo el mundo está aquí para ganar, pero creo que nuestros pilotos están en condiciones de hacerlo”.
Scassa añade que hay posibilidades de que haga algunas apariciones como wild card más avanzada la temporada, siempre que haya posibilidades de conseguir «buenos resultados». Su recuperación física, que está evolucionando bien, será el factor principal. En junio o julio – en función del programa de tests- deberá someterse a una intervención quirúrgica para que le extraigan un tornillo de titanio de su tobillo.