El artista Juan Carlos Ferrigno relata su experiencia junto al bicampeón mundial Carlos Lavado

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El pasado sábado en el Circuit de Montmeló, en Barcelona, se realizó un emotivo homenaje al doble campeón mundial de motociclismo, el venezolano Carlos Lavado Jones, encuentro en el que recibió un obsequio especial del artista argentino Juan Carlos Ferrigno.

Poseedor de una técnica muy personal que lo ha convertido en uno de los mejores exponentes en el arte del deporte a motor, Ferrigno representó una escena de Lavado a los mandos de la Yamaha TZ 250 del equipo Venemotos, camino al que sería su primer título mundial obtenido en la temporada 1983.

Pero el encuentro entre ambas figuras resultó además en una grata experiencia para el artista bonaerense radicado en Barcelona, España, al advertir la popularidad y el cariño que recibe Carlos Lavado de los aficionados y de la pasión y conocimientos que el caraqueño transmite en sus jóvenes pupilos que participan en el Campeonato de España de Velocidad en la categoría Moto3.

“El del sábado pasado en Montmeló fue un día divertido pero sobre todo fue un honor y un gusto grande conocer a Carlos Lavado, a Vito Ippolito, y a toda esa amable gente de Venezuela – indicó Juan Carlos Ferrigno – El amigo Lavado es todo un personaje, pude comprobar caminando a su lado por el paddock cómo la gente lo conoce y quiere, y fue todo un gusto hablar con él de carreras del año de la pera, ya que con 53 cumplidos ya tengo un montón de recuerdos del siglo pasado… Espero que Carlos les pueda transmitir a estos chicos que empiezan ahora su carrera, lo complicado, duro y sacrificado que es conseguir algo en este deporte. Para mí, cuando lo escuchaba hablar, era la voz de la experiencia, de la sabiduría motera adquirida en las mil batallas disputadas, y en unos tiempos donde correr en moto era mucho más difícil que ahora. Me encantó conocer a Carlos y es para mí un honor que tenga una pintura mía, a tipos como él habría que homenajearlos todos los días, son verdaderos héroes por lo que hicieron”.

Ferrigno tuvo ocasión de caminar por la pista catalana y ubicarse al final de la recta principal, donde los protagonistas de la clase MotoGP alcanzan velocidades de vértigo, cercanas a los 350 kmsh, una sensación de vértigo y adrenalina que el afamado artista jamás había experimentado en persona pese a su amplia experiencia al participar desde hacer varios lustros en muchas carreras de Fórmula 1.

“Para mí fue un día especial también, pues nunca había estado en el Circuit en un GP de motos – prosigue Ferrigno – estuve en casi todos los de la Fórmula 1 trabajando y haciendo mis exposiciones en el Paddock Club. Sólo una vez estuve de público viendo motos allá por los años de Crivillé y Doohan, pero en una parte de la pista donde las motos no me llamaron mucho la atención, por la televisión se ven mejor, pensé entonces… Esta vez debo reconocer que mi impacto fue tan inesperado como enorme, ya que con el pase que llevaba pudimos ir a una tribuna que está cerca del final de recta principal, y allí pude comprobar lo que significa en persona ver a estos tipos locos ir en línea recta a 340 km/h, ¡sencillamente increíble!. La sensación de velocidad es para decir que nunca había visto nada que vaya por el suelo a esa velocidad, si bien los F1 también impresionan en persona, lo de las motos me pareció demencial, sobrenatural, casi increíble si no lo hubiera visto con mis propios ojos. Además, en TV esa parte del circuito está tomada de frente, y ni por asomo te puedes imaginar a la chufa que va esta gente en ese sector, sencillamente espectacular. Si ya los respetaba y admiraba, muchísimo más ahora que pude comprobar lo qué es llegar a 340 en la recta”.

En días pasados, Juan Carlos Ferrigno pudo conocer al piloto venezolano Michael Berti, uno de los perpetuadores del regalo que se le hizo a Carlos Lavado Jones, además de los jóvenes prospectos del Venezuela Racing Team de Moto3 que participan en el CEV, de los que quedó interesado en conocer el desarrollo de sus respectivas trayectorias.

La figura estelar del encuentro en la pista barcelonesa de Montmeló, el caraqueño Lavado Jones, quedó muy contento y emocionado con el reconocimiento con motivo del trigésimo aniversario de su primer título mundial en la clase 250cc, además de disfrutar con la obra elaborada por Ferrigno, cuadro que aseguró ocupará un lugar especial en la sala de su residencia en Italia.

 

Por: Octavio Estrada