El doble campeón mundial de motociclismo de 250cc, Carlos Alberto Lavado Jones, ofrece un resumen de la primera mitad de la temporada de su piloto, el también venezolano Gabriel Ramos, quien compite en la categoría Moto3 junto al equipo alemán Kiefer Racing. Su más reciente presentación en la que se registró un avance importante, llama al optimismo para la segunda parte del calendario.
(Lugo, Italia, 17 de julio, 2014) Arrancamos con las pruebas IRTA en febrero y en el circuito de Jerez Gabriel tuvo muchas caídas a gran velocidad, algo que nunca había sufrido en su corta carrera de piloto. Debo hacer hincapié en que él tiene apenas 4 años conduciendo motos de competecias de verdad, y eso incluyendo este año que está ya en el Mundial, algo que es un punto a tener en cuenta porque todos los pilotos de ahora empezaron en minibike a los 5 ó 6 años.
Estas caídas, sumadas a las que tuvo en la primera válida en Qatar le afectaron mucho: sé que es difícil para un piloto encontrarse en la última posición de la partida en todas las carreras, pero estás con los mejores del mundo y casi todos ellos con enorme experiencia con este tipo de motos.
El competir en el Mundial nunca ha sido fácil, ni antes, ni ahora, ni tampoco lo será mañana, en especial para un joven que no es europeo, porque además de tener que vivir en un país que no es el tuyo y lejos de toda tu familia, hay que tener que decidir muchas cosas por uno mismo y hay que aprender a arreglárselas solo y no es sencillo cuando apenas se tienen 20 años.
Aunque el resultado final indica otra cosa, para mí Gabriel no lo ha hecho mal: en cada turno y en cada circuito ha mejorado su tiempo, sólo en Jerez estuvo por debajo de lo que se podía esperar al ser una pista que conoce muy bien. Y aparte de Barcelona, el resto de los siete circuitos tuvo que aprendérselos en los entrenamientos del viernes, algo que no resulta sencillo.
En Francia le cambiamos el chasis de la moto por el usado el año pasado e hizo una carrera con unos tiempos más rápidos que en la clasificación, y hasta hoy en día sigue usando el mismo chasis. Todos saben lo que ha hecho, pero yo insisto en decir que no es fácil, hoy en día la categoría Moto3 es la más reñida desde que se creó.
Hablemos de la última válida en Sachsenring, Alemania. El sábado en la tarde, con su jefe mecánico Jan se decidió hacer unos cambios para la carrera y con los arreglos que se le hicieron a la moto para el domingo, Gabriel puso en prueba las cosas y la mejora fue enorme al rodar junto al pelotón, en medio del grupo, hizo su mejor actuación aunque se haya salido de la pista y después irse al suelo sin ningún daño, ni para él ni su moto.
En carrera bajó 1,6 segundos de su tiempo del sábado. De no producirse la caída habría podido finalizar como mínimo en el puesto dieciocho, a un par de segundos de sumar sus primeros puntos. Ya vio hasta dónde pude llegar si nos preparamos mejor en la clasificación.
Estamos trabajando mucho, Gabriel se está entrenando con dedicación, así será que tenía que ir a Venezuela en este periodo de descanso antes de la próxima válida en Indianápolis, pero se queda en España para concentrarse en su preparación de la otra mitad del campeonato.
Les explico otra cosa: yo empecé gracias a Dios con Venemotos y corrí 10 años con ellos, arranqué en 1979, gané mi primer Mundial en 1983, es decir, cinco años después, y el segundo título vino en 1986. Sin su apoyo y confianza al principio no hubiera llegado donde llegué.
El motociclismo es un deporte en extremo competitivo, y como todas modalidades de categoría mundial, se necesitan por lo menos unos 4 ó 5 años para recoger los frutos, y digo esto ahora porque estamos en una situación desagradable, tenemos hasta Indianápolis, menos de tres semanas, para dar una fecha de pago para terminar lo que falta del Mundial y preparar el próximo, espero que el padre de Gabriel pueda hablar con el Ministro del Deporte para recibir el respaldo que nos permita poder concluir este año y prepararnos para el próximo.