Al término de una jornada incendiaria, Stéphane Peterhansel (Peugeot) ha destapado el tarro de las esencias y ha impuesto su dominio en la categoría de coches. Tras superar las dificultades, ha sabido aprovechar los problemas de sus adversarios directos para instalarse con toda comodidad en cabeza de este 38º Dakar. Desde la meta de hoy en La Rioja argentina, cuesta encontrar a alguien que pudiera arrebatarle su 12ª victoria en Rosario. Detrás del huracán Peterhansel, el único que le ha seguido el ritmo ha sido su compañero de equipo Cyril Despres. Tanto Al-Attiyah (Mini) como Hirvonen (Mini), Carlos Sainz (Peugeot) y Loeb, este último en 5ª posición hoy, han sufrido problemas mecánicos o se han visto atascados en la arena.
El panorama de esta 10ª etapa quedó clarísimo desde el primer momento. En menos de 5 minutos, el ejército de Mini sacaba la bandera blanca tras las vueltas de campana de Nasser Al Attiyah y Eric van Loon, quienes todavía no habían recorrido ni 10 kilómetros del sector cronometrado.
Liberado de esa amenaza fantasma, Stéphane Peterhansel iba a poder medir sus fuerzas con su compañero de equipo en un pulso que prometía ser apasionante, pero en seguida ha sido obvio que hoy era el día de Monsieur Dakar.
En el primer Way Point, los dos pilotos perdieron tiempo a la hora de validar la baliza. No han sido los únicos, pero Sainz parecía conservar la ventaja a pesar de sufrir un pinchazo. Ahora bien, el madrileño no contaba con la velocidad de Peterhansel. Totalmente libre de ataduras, el piloto galo daba rienda suelta a toda su potencia. El resultado, una ventaja de 5’52» después de 111 kilómetros recorridos y 20 minutos en el CP3 (km 174), justo después del primer sector de dunas.
Bajo una presión infernal, Sainz se las veía y se las deseaba tras quedarse atascado en la arena nada más comenzar el segundo sector cronometrado, para después, un centenar de kilómetros más adelante, ser víctima de una amarga traición por parte de uno de los tirantes que conectan el motor y la caja de cambios. Desde ese momento, Stéphane Peterhansel y su copiloto Jean-Paul Cottret contaban con vía libre. En la meta, Cyril Despres, compañero de equipo de Peter, se felicitaba por haber concedido “solamente” 5’40» frente al vencedor de la jornada. Por detrás, las diferencias han sido más comedidas. Vasilyev (Toyota) llegaba a 12’56», Nani Roma (Mini) a 14’33» y Sébastien Loeb era quinto a 17’40». Un resultado fantástico para el nonacampeón del mundo tras haber dado vueltas de campana, sufrir dos pinchazos y verse atascado en una duna. Con todo y con eso, se mantiene en el Top 10 de la general.
Hablando de la general, Stéphane Peterhansel se instala con todos los honores y se pone cómodo en lo más alto de la clasificación, puesto que cuenta con una hora de ventaja frente a Nasser Al-Attiyah (Mini). Giniel de Villiers (Toyota) ocupa la tercera posición a 1h12′ del francés, mientras que Hirvonen (Mini) se sitúa cuarto a 1h23. Por lo que respecta a Cyril Despres (Peugeot), se ha encaramado al quinto puesto de la general a 1h50 de su jefe de filas, pero se mantiene a 37’36» del último escalón del podio.
Carlos Sainz quedo varado y fue remolcado hasta el campamento, arribando hasta las 10 de la noche (hora Argentina). Cuando llegó parecía su equipo que estaban de luto, no era para menos. Minutos más tarde que su equipo reviso los daños en el Peugeot DKR 2008, daban la terrible noticia, abandono del matador Español. Una vez más del Dakar. Era imposible reparar el auto para largar mañana jueves para la etapa 11.