Esta mañana, los organizadores del Dakar desvelaban los detalles del recorrido y del programa deportivo de la edición 2017 que se celebrará del 2 al 14 de enero en Paraguay, Bolivia y Argentina. A lo largo de cerca de 9000 km de carretera, pistas y dunas, la aventura se volverá aún más compleja al permanecer los competidores en alta altitud durante una semana…
“El Dakar descubre este año un 29º país y Paraguay nos espera para ofrecernos una ‘fiesta fenomenal’”, comentaba entusiasmado Etienne Levigne al inicio de la conferencia de presentación del Dakar 2017, mientras que su director deportivo, Mar Coma, prometía a su vez a todos los aventureros “la edición más difícil de la historia sudamericana del rally”. Para el próximo mes de enero, se perfila claramente un Dakar de contrastes. Los pilotos deberán abordar un clima tropical y calor por encima de los 40 grados para la salida en Asunción y, tan solo unos días más tarde, se enfrentarán a temperaturas bajo cero… para aquellos que sigan avanzando de noche por el Altiplano de Bolivia. La amplitud térmica estará sobre todo vinculada al aumento de la altitud que se experimentará durante el Dakar, partiendo del nivel del mar para acercarse a los 5000 metros. Desde 2014 se han realizado varias incursiones en Uyuni, ahora se propone una auténtica exploración de Bolivia a los competidores. La estancia en la alta montaña, incluida la jornada de descanso en La Paz, durará una semana. Por lo tanto, la gestión de las fuerzas y de la mecánica, con tanto cambio atmosférico, será uno de los parámetros que habrá que tener en cuenta. Sin embargo, la criba se producirá en función de las cualidades esenciales que exige el rally raid: las aptitudes de navegación, aún más importantes en esta edición a través de la modificación del sistema de GPS; la regularidad, que se pondrá a prueba en seis especiales que superarán los 400 km; la superación de las dunas y la conducción en la arena, sobre todo en tramos del recorrido todavía desconocidas por los pilotos asiduos al rally, sin olvidar la gran etapa emblemática, bautizada como “Súper Belén”, a tres días de la meta final en Buenos Aires.
El programa de la gran fiesta, desvelado por los organizadores, impulsará una nueva fase de preparación por parte de los aspirantes a los diferentes títulos. En motos, Toby Price, con su KTM, sigue siendo el favorito de todos los pronósticos, pero a lo largo de toda la temporada, no han dejado de impresionar los recién llegados el año pasado, como Kevin Benavides (Honda) o Adrien van Beveren (Yamaha). En coches, el Dream Team de Peugeot permanece intacto, pero para hacer frente a Peterhansel, Loeb, Sainz y Despres, Toyota se ha mostrado especialmente activo en el mercado de fichajes. Además de Giniel de Villiers, el dos veces campeón Nasser Al Attiyah (2011, 2015) y Joan “Nani” Roma, ganador en 2004, se colocarán al volante de los Pick-up Hilux. Los Mini del team X-Raid intentarán añadir un quinto trofeo a su colección con Mikko Hirvonen, cuarto en su estreno en 2016, así como con “Orly” Terranova o Yzeed Al Rahji, sin olvidar a la superestrella estadounidense Bryce Menzies que podría entrar por la puerta grande en el mundo del rally raid. En camiones, Gerard de Rooy podrá de nuevo contar con la presencia su compañero argentino Fernando Villagra, que le acompañó en el podio el pasado mes de enero. Sin embargo, los Kamaz esperan volver a alzarse victoriosos, objetivo por el que tendrán que luchar Ayrat Mardeev o Eduard Nikolaev. Aunque la gran sorpresa la podría dar Ales Loprais, que regresa a un equipo checo… y a la marca Tatra que permitió a su tío Karel imponerse en seis ocasiones.
La Cuarta Dimensión:
Los aventureros del Dakar se distinguen por sus aptitudes de atletas, sus talentos de acróbatas. Agiles en todos los sentidos de la palabra, en simbiosis con sus máquinas, aprendieron a domar las tres dimensiones académicas reconocidas por los matemáticos, de un lado y del otro del Atlántico.
Los millones de kilómetros recorridos en el Sahara o en Atacama los fueron acostumbrando a las distancias, las capacidades de resistencia figuran en el kit indispensable para el éxito en el Dakar. El refinamiento en la navegación resulta también muy útil cuando se trata de mantener el rumbo y no perderse en las grandes extensiones. La profundidad o la altura, que caracterizan el 3D, le da forma a los baches, a los montículos, a las piedras, a las dunas y a los ríos que exigen precisión en el pilotaje. Pero desde hace algunos años, los pilotos aprendieron también a transigir con la altura: de a poquito con saltos de cabrito por encima de la Cordillera de los Andes; luego durante las incursiones cada vez más prolongadas al Salar de Uyuni. Con este protocolo de aclimatación, nuestros hombres y mujeres se encuentran ahora frente al desafío de la cuarta dimensión: se lanzaron a la aventura después de haber dejado Asunción, en Paraguay, el país nº 29 que visita el Dakar. La estadía en el Altiplano boliviano se extenderá luego a una semana… pasada completamente por encima de los 3000 metros! Incluso en La Paz, la capital más elevada del mundo, será imperativo retomar la respiración para volver a bajar en el mapa del continente sudamericano y llegar a Buenos Aires… al nivel del mar.
Étienne Lavigne
Director del Dakar ASUNCIÓN