De nuevo, se han producido cambios importantes en lo alto de la clasificación. Los coches, con el ganador de ayer, Stéphane Peterhansel, a la cabeza, seguirán un recorrido muy diferente del de las motos, lideradas todavía por Cyril Despres. Lo único que tendrán en común las dos categorías es la meta. El colofón final serán las dunas blancas de Fiambalá, cuya arena resultó mortal para Carlos Sainz en dos ocasiones, en 2009 y 2011. Se trata de una especial sobre la que podría arremeter la ira del cielo, puesto que se siguen anunciando tormentas durante esta etapa, después de las generosas precipitaciones que cayeron en la región ayer, miércoles. Los camiones y los quads, por supuesto, estarán bien presentes en esta ecuación con variables múltiples, en la que las dunas, la navegación y el clima (¡incluso posiblemente nieve en los puertos!) podrían dar al traste con las ambiciones de los más veteranos.
Hasta aquí, nadie fue indiferente a las blancas dunas de Fiambalá, donde por ejemplo la arena hundió decenas de motoristas en su primera visita, y que también fue fatal en dos ocasiones para la esperanza de victoria de Carlos Sainz, en el 2009 y el 2011. Este año, el recorrido se desdobló para ofrecer un confort de conducción óptimo para todos los vehículos. En moto, los contratiempos serán más bien debidos a errores de navegación que a difi cultades de paso. También conocerán algunos escalofríos circulando en una estrecha pista de ladera de montaña, antes de abordar el sector de dunas. Totalmente distinto, el recorrido reservado a autos y camiones llevará los pilotos a la arena durante más tiempo.
Los coches y camiones recorrerán una ruta de enlace de 246km y una especial de 177km.
Mientras que las motos y los cuatris su enlace será de 151km y una especial de 245km.