En la salida de Buenos Aires, Nasser Al Attiyah, dos veces ganador del Dakar (2011, 2015), se presenta como el gran favorito de la edición 2016. Sin embargo, muchos están dispuestos a hacer todo lo posible por usurparle el título, antiguos campeones, pero también rivales cada vez más fuertes, de su equipo Mini o de Toyota. Además, cabe recordar que el Dream Team de Peugeot se ha visto reforzado con Sebastien Loeb… que rara vez se presenta a una carrera para darse un paseo.
En ocasiones, el ganador de una carrera o de un partido parece estar cantado. Y esa es la impresión que se tiene al comprobar el nivel de confianza y sobre todo los resultados que avalan a Nasser Al-Attiyah, listo para defender su título. Queda muy lejos la época en la que el joven catarí gozaba de una reputación de ser excesivamente temerario y no siempre atinar. El Príncipe del Dakar se ha convertido en el amo de la eficacia y su recital de la edición de 2015, que terminaba con 35 minutos de ventaja sobre el segundo, no fue su última palabra. Desde entonces, el piloto más voraz del planeta rally raid ha hecho gala de su gran talento al imponerse en los rallys de Catar, de Egipto y de Marruecos, en las Bajas de Hungría, de Italia y de Polonia y ganando, como no podía ser de otra forma, el mundial de la especialidad, ¡que se añade a nuevos títulos del WRC 2 y del Campeonato de Oriente Medio! Son argumentos de sobra para apostar por el dúo Al Attiyah-Baumel como grandes favoritos.
Sin embargo, en el Dakar no hay nada seguro. Aunque se cuente con el vehículo mejor equipado y que haya subido a lo más alto del podio en las últimas cuatro ediciones, cualquier kilómetro puede echar por tierra cualquier pronóstico. Además, la competencia será feroz, empezando en casa, con los pilotos de Mini, el ganador de 2014, Nani Roma, o el ambicioso Orly Terranova (5º en 2013 y 2014) se perfilan como los rivales más amenazadores de los 13 equipos de X-Raid (nuevo récord), incluyendo el buggy “cebra” con Guerlain Chicherit al volante. También hay pretendientes al título en las filas del equipo Toyota Gazoo, como el ganador de 2009 Giniel De Villiers, segundo el año pasado, o Yazeed Al Rajhi, que estuvo a punto de subir al podio en su primer Dakar el año pasado (abandono en la etapa 11).
En la categoría autos, se espera que la edición de 2016 sea la de la recuperación de Peugeot, que regresaba con poca fuerza en 2015. Gracias a las sesiones de prueba en plena naturaleza, la experiencia adquirida y las miles de horas de trabajo en el taller, Stephane Peterhansel (11º en 2015), Carlos Sainz (abandono) y Cyril Despres (34º) deberían lograr hacer olvidar el intento fallido. Además, la nueva versión del 2008 DKR será pilotado por el fichaje del año, Sébastien Loeb, cuyo potencial aún es difícil de delimitar. ¿El piloto de rally con más talento de todos los tiempos será capaz de igualar la hazaña de Ari Vatanen, que se imponía en el Dakar en su primera participación en 1987? ¡Y al volante de un Peugeot! Ahora son otros tiempos, otro contexto, otros competidores, dirán los más cautos, pero los más soñadores no ponen límites a su imaginación. Ni Loeb tampoco.
Candidato a la victoria o a un puesto de honor, el recién llegado más esperado del año tendrá que lidiar con una auténtica manada de outsiders para subir al podio. Robby Gordon forma parte del grupo, con Sheldon Creed, de tan solo 18 años, como compañero de equipo. El Team Renauld Duster deposita sus esperanzas en Christian Lavieille (6º en 2015), mientras que Mitsubishi apuesta por el portugués Carlos Sousa, otro amo de la regularidad, con 10 puestos en el Top 10 en sus últimos 11 Dakares. ¡Ni Nasser puede alardear de tanto!