La etapa del día, que nos reservaba una especial especialmente favorable para los pilotos rápidos, ha cumplido con los pronósticos. Sébastien Loeb ha hecho toda una demostración de fuerza al volante de su Peugeot.
Como cuando era piloto de Rally WRC y debía “barrer” a sus rivales en las especiales, hoy Sébastien Loeb ha hecho lo propio en el Dakar. Encargado de abrir la pista ante una jauría de rivales dispuestos a aprovechar cualquier error por su parte, el nonacampeón del mundo ha firmado hoy una actuación impecable. Líder en todos los CP, el francés no ha dejado escapar la ocasión de imponerse en una especial en la que la navegación estaba relegada a un segundo plano. En cualquier caso, había que mantenerse siempre alerta y evitar los errores. Aunque la meta final queda aún bien lejos, hay que reconocer que Sébastien Loeb ya ha conseguido dejar su impronta en la 38ª edición del Dakar.
Por detrás del piloto de Peugeot, los favoritos a la victoria en Rosario se han dedicado a contener el golpe, si bien el daño ya está hecho, con diferencias superiores a los 5 minutos. De Villiers (Toyota) se coloca a 5’03», Peterhansel (Peugeot) a 5’15» y Hirvonen (Mini) a 5’52». Al Attiyah (Mini) por su parte se encuentra a 6’30 mientras que Despres y Sainz superan la barrera de los 10 minutos al volante de sus Peugeot.