David Casteu, líder de la clasificación del día y Olivier Pain, al mando de la general, confirman el excelente estado de forma de las Yamaha YZF. Distinta suerte ha corrido hoy Joan Barreda, que se descuelga significativamente de la clasificación debido a problemas con la bomba de gasolina.
Se confirma que las primeras impresiones eran acertadas. Desde hace varias semanas, los pilotos de las diferentes versiones de la Yamaha YZF no escatiman en elogios sobre los progresos realizados durante el último año. En la batalla contra las KTM, Husqvarana y Honda, las motos azules no han tardado en demostrar su excelente salud. Sobre todo la de Olivier Pain, que se hizo ayer con la cabeza de la general por delante de su compañero de equipo David Casteu. ¿Se aprovecharon ayer los dos pilotos galos de los fallos cometidos por los demás corredores? En absoluto… Esta mañana el dúo ha sabido enfrentarse a la situación con aplomo, abriendo la pista durante prácticamente toda la especial, una especial más rápida que las precedentes. Innegable, pues, la potencia de las Yamaha, tal y como avala la actuación de David Casteu, que suma su tercera victoria en el Dakar después de las cosechadas en Nouakchott en 2006 y Córdoba en 2010.
Olivier Pain y David Casteu han logrado aplacar hoy a Cyril Despres, que podría haberse beneficiado de su posición de salida para tratar de recuperar las riendas del rally. Pero no lo ha conseguido. A la luz de lo ocurrido en la presente etapa, la lucha por el título no debería implicar a Joan Barreda, que ha permanecido parado en el km 98 durante buena parte de la jornada debido a un problema con la bomba de gasolina. Por el momento, el podio tiene un sabor 100% francés, con tres pilotos que se mueven en un abanico de apenas 6 minutos. Se abre así la batalla entre las escuderías, pues detrás de las dos Yamaha encontramos las KTM de Despres y su mochilero Rubén Faria, seguidas a su vez de las Husqvarana de Jordi Viladoms y Alessandro Botturi, que toman el testigo de su líder.