1. Un recorrido que promete ser muy duro
El primer rival de los pilotos del Dakar es siempre el recorrido y las dificultades que presenta. Se ha tenido que prescindir de Perú, pero en contrapartida habrá tres etapas entre 3.000 y 4.500 metros de altura en Bolivia que pueden marcar las diferencias. Se espera mucha pista, pero con algunas zonas muy complicadas, y menos arena, aunque las dunas de Fiambala pueden causar estragos ya que se esperan altas temperaturas.
2. Los efectos de El Niño se dejarán sentir
Este fenómeno que se presenta cíclicamente es el origen de la renuncia de Perú y puede afectar con lluvias en las etapas de Bolivia y calor extremo en algunas etapas argentinas. En los días previos ha habido grandes inundaciones en la zona del río Paraná, donde está Rosario, pero no afectan demasiado a la zona de la prueba. Por contra, El Niño traerá calor extremo, superando los 40º en algunas etapas argentinas.
3. Las etapas marathon pueden decidir
Este año hay dos etapas marathon, la primera un bucle alrededor de Jujuy en la primera jornada y una segudna entre Jujuy y Uyuni, con la dificultad añadida de que ni siquiera los pilotos podrán trabajar en los coches ya que deben quedar en parque cerrado. Quien tenga un problema el primer día se puede despedir de la prueba. La segunda, Belén-Belén y Belén-La Rioja, por Fiamballa, promete ser asimismo dura.
4. Marc Coma, nuevo director deportivo
Debut de Marc Coma como director deportivo. El de Avià podrá aportar así una visión diferente de lo que es el Dakar, la de un piloto actual, capaz de valorar mucho mejor donde se puede pasar y donde no, hasta dónde se puede apretar y donde hay que relajar la tensión sobre los participantes. Este todavía no será ‘su Dakar’. porque aterrizó tarde, pero hay detalles propios, como mezclar las salidas de motos, coches y camiones en una etapa.
5. Los ‘motards’, a la caza de la primera victoria
Con la retirada de Marc Coma, en la organización este año, y la de Cyril Després, que ya corrió en coches en 2015, por vez primera en la historia del Dakar (excepción, claro está, de la primera edición), la lista de salida de las motos no presenta ningún ex campeón de la prueba. Ello hace que el pronóstico sea incierto por no decir imposible y que sean muchos los pilotos que piensen que es su gran oportunidad. Joan Barreda está entre ellos.
6. Un Peugeot DKR completamente nuevo
Tras el fiasco del pasado año, Peugeot toma parte en la prueba con un 2008 DKR totalmente nuevo, pero mantiene el concepto buggy para aprovecharse de algunas ventajas: ligereza del vehículo, mayor recorrido de las suspensiones, posibilidad de hinchar y deshinchar los neumáticos en marcha. Sus posibilidades dependerán del recorrido: su concepto es mejor en arena o en pisos muy rotos, un 4×4 es más eficaz en pista.
7. Loeb: todos pendientes de la nueva estrella Subtítulo
Como en su día ocurrió con Ari Vatanen y Juha Kankkunen, todos los ojos se posarán en Sébastien Loeb, nueve veces campeón del mundo de rallies, que debe ser la gran estrella mediática de la prueba. Su talento puede suplir la falta de experiencia, pero los Sainz, Peterhansel, Roma y demás monstruos del volante ya están avisados: llega a la prueba un auténtico depredador. La lucha promete ser interesante.
8. Impacto ambiental ‘carbón neutral’
Desde hace seis años, las emisiones de carbono ligadas a reconocimiento del itinerario, organización, transporte y carrera son ‘carbón neutral’. Las 15.500 Tn. de CO2 que se calcula emite la prueba son neutralizadas por el proyecto medioambiental Madre de Dios que ha permitido salvar 120.000 Ha. de bosque en la Amazona peruana. Además, la organización limpia los vivacs y selecciona los residuos, reciclando todo lo que puede.
9. Organización gigantesca para la seguridad
La logística del Dakar va mucho más allá de los campamentos y los helicópteros que supervisan la prueba o los controladores de los participantes. Hay 20 coches médicos distribuidos por las especiales, 15 vehículos para vigilar al público, y hay que limpiar los campamentos. En total, el Dakar moviliza más de 22.000 personas para organizar la prueba, aunque la mayor parte de ellas sólo están presentes en una etapa
10. La preparación física, un factor de los vitales
La preparación física será vital. Ya no se trata de la longitud de las etapas, sino de la aclimatación personal a las cambiantes condiciones. Del frío andino y de Bolivia a los más de 40º en las dunas de Fiambala. Correr tres días a más de 3.500 metros de altitud –alcanzado incluso los 4.500 m. puntualmente– comportará un desgaste físico adicional por la escasez de oxígeno y la mayor dificultad para mantener la concentración.
