El Monster Energy Honda Team, preparados para una edición histórica del Silk Way Rally

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Todo a punto en Irkutsk para el inicio del Silk Way Rally 2019. La décima edición de la carrera verá la participación de las motos por primera vez, y el equipo Monster Energy Honda, entre los favoritos.

La segunda prueba del calendario FIM Cross-Country Rallies 2019 arrancará mañana domingo con la disputa de la primera etapa del Silk Way Rally, que tendrá lugar en Rusia. Hoy, en Irkutsk, el Monster Energy Honda Team ha pasado las preceptivas verificaciones administrativas y técnicas y, tras la aparición por el podio de salida protocolar que ha tenido lugar esta misma tarde en la gran ciudad de la región este de Siberia, está preparado para afrontar los 5000 kilómetros de carrera que separan Irkutsk de Dunhuang, en China, donde finalizará la prueba tras diez etapas.

El Monster Energy Honda Team está en el Silk Way Rally con tres de sus cuatro componentes, los pilotos que disputan todo el calendario del campeonato del Mundo: el argentino Kevin Benavides, el español Joan Barreda y el chileno José Ignaci Cornejo. El estadounidense Ricky Brabec continua su preparación para el Dakar en Estados Unidos.

El director deportivo del equipo, Rubén Faria, cree que el Silk Way Rally es “una carrera grande, muy difícil, y complicado de predecir. El equipo está preparado y con ganas de que empiece ya la acción. Hasta ahora, todo ha ido muy bien. A los pilotos les gusta mucho los ajustes que tiene las motos y también las condiciones de terreno de los primeros días.

Pasamos sin complicaciones las verificaciones y los pilotos están ansiosos por empezar. Confiamos en unos primeros días sin demasiadas complicaciones, ya que no vamos a arriesgar al inicio porque creemos que hay que llegar a China con opciones de luchar por la victoria; allí habrá más navegación y todo será más difícil”.

La primera etapa de este Silk Way Rally, entre Irkutsk y Biakalsk, tendrá un total de 255,53 kilómetros y una especial de únicamente 50,87 kilómetros en un terreno duro en su práctica mayoría en plena taiga siberiana, con pistas que cruzan bosques y algunos cauces de ríos para acabar acampando a la orilla del gran lago Baikal, el más profundo del mundo.