- Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Xavier Domènech completan la tercera etapa en la 24ª posición y encabezan las clasificaciones de camiones de serie y 6×6.
- El MAN 6×6 del KH-7 Epsilon Team mantiene un buen ritmo a pesar de tener que asistir a los miembros del equipo oficial Iveco y sufrir un pinchazo al final.
- “La etapa nos ha exigido un gran esfuerzo, el recorrido tenía muchas alternancias de terreno y hacía mucho calor”.
El KH-7 Epsilon Team es el líder de las clasificaciones de Producción y 6×6 del Rally Dakar después de la tercera etapa, que ha discurrido entre San Juan de Marcona y Arequipa, con 798 kilómetros en total y una especial de 331. Jordi Juvanteny y sus compañeros José Luis Criado y Xavi Domènech han mantenido un buen ritmo a pesar de las alternancias del terreno y las dificultades de navegación. También han perdido tiempo asistiendo al equipo oficial Iveco y por un pinchazo hacia el final, pero han completado la jornada en la 24ª posición y ocupan también el 22º puesto en la general de camiones.
Una vez más, la jornada ha supuesto una nueva odisea para el veterano MAN 6×6 tripulado por los de KH-7. Juvanteny y sus navegantes han tenido que detenerse en una primera ocasión para asistir a uno de los pilotos oficiales de Iveco, equipo para el que el KH-7 Epsilon Team ejerce de asistencia volante en carrera. “Hemos tenido que parar para asistir a Ton van Genugten, que, por increíble que parezca, había tenido que dar su volante al jefe de filas del equipo, Gerard de Rooy, porque se le había roto. Le hemos prestado llaves y piezas antes de seguir nuestro camino”, explica el copiloto José Luis Criado.
De nuevo en marcha, Juvanteny ha sabido mantener un buen ritmo con la ayuda de sus compañeros. El trabajo en la cabina del KH-7 Epsilon Team ha sido una auténtica labor de equipo, con los tres integrantes analizando los pasos de dunas más difíciles para resolverlos sin quedar nunca enganchados. “La etapa nos ha exigido un gran esfuerzo, el recorrido tenía muchas alternancias de terreno y hacía mucho calor. Había muchísimas dunas con muchas trampas que hemos superado con bastante buen ritmo, y también zonas de piedra y pistas arenosas y duras”, desgrana Juvanteny.
La navegación ha vuelto a ser “correcta”, según la ha calificado Criado, con él mismo encargado de descifrar las indicaciones del road book y el debutante Xavi Domènech –que ha asumido la exigencia de la carrera más dura del motor con la entereza de un veterano– encargado de establecer los rumbos con el GPS. No obstante, un pinchazo hacia el final de la etapa les ha obligado a detenerse de nuevo junto a la playa para sustituir la rueda delantera izquierda, que no ha soportado el duro castigo de las piedras.
La especial ha terminado neutralizada para un grupo de corredores entre los que se encontraba el MAN del KH-7 Epsilon Team y también muchos coches, entre ellos el último vencedor de la carrera, Carlos Sainz, retrasado por un incidente al principio. “Un coche ha quedado atrapado en un cañón. Era un paso muy estrecho y no podía pasar nadie. Allí estaba también Carlos Sainz, pero él ha subido de lado por un lateral y ha salido; ¡ha sido espectacular!”, relata Criado.
Con todas estas peripecias y un largo enlace hasta Arequipa, los miembros del KH-7 Epsilon Team han llegado al campamento alrededor de las tres de la madrugada, después de más de diez horas para completar la especial. No tendrán mucho tiempo de descanso, ya que este jueves arranca la primera parte de la etapa maratón, que para los coches y camiones terminará en Tacna, tras un recorrido de 663 kilómetros, incluida una larga cronometrada de 406 kilómetros.