110 motos, 25 quads, 72 autos y 48 camiones, es decir 255 vehículos en total de los 318 que salieron de Asunción, han llegado a la jornada de descanso en La Paz. La primera semana de carrera, perturbada por unas condiciones climáticas particularmente difíciles, se quedó amputada de su 6ª etapa, con una 5ª acortada. En el programa deportivo ligeramente modificado ha comenzado claramente la criba entre los favoritos por los títulos que se podrán conquistar en Buenos Aires, a favor de las jóvenes generaciones, con Sam Sunderland a la cabeza en motos, así como del Dream Team Peugeot, en cuyo seno se anuncia una batalla entre los tres pilotos que ocupan el podio de la categoría a mitad de carrera.
Motos: el futuro ya está aquí
Asistimos claramente a un relevo generacional en la categoría motos. Los talentos que han ido floreciendo en la disciplina estos últimos años están a punto de hacerse con el mando. La constatación es flagrante: en la jornada de descanso, tan solo tres componentes del Top 10, y no necesariamente en los mejores puestos, cuentan en su haber con más de 5 participaciones (Farrés, 4º; Svitko, 7º y Gonçalves, 10º). Las 5 etapas disputadas durante la primera semana estuvieron repartidas entre 5 ganadores diferentes y han dejado fuera de juego con mayor o menor piedad a algunos aspirantes al título. Toby Price, ganador de 2016, salía de la prueba en helicóptero con una fractura del fémur izquierdo, sin haber finalizado la 4ª etapa. Joan Barreda, protagonista de una demonstración magistral durante dos días, veía cómo se esfumaban sus sueños de victoria al interpretar con excesiva libertad el reglamento (sanción de 1 hora por repostar fuera de la zona indicada), a lo que se le sumaron varios errores de navegación que le han relegado a 1 hora y 12 minutos del líder.
Y es que la carrera ya tiene amo, Sam Sunderland, uno de los pilotos más rápidos del universo rally raid. El inglés nunca ha terminado el Dakar (abandonos en 2012 y 2014), pero es el actual jefe de filas del equipo KTM, directamente amenazado por la Husqvarna de Pablo Quintanilla y la Yamaha de Adrien van Beveren, a unos quince minutos de él. El chileno parece seguir su progresión hacia lo más alto con paso firme (4º en 2015, 3º en 2016) y, a su vez, el “principito de la arena” llega a La Paz sin cometer ni un solo fallo, lo que confirma la sensación provocada por su 6ª posición final en 2016. En cualquier caso, puede que el piloto que se alce ganador en Buenos Aires ni siquiera se encuentre en el podio provisional. Gerard Farrés, Matthias Walkner y Xavier de Soultrait se encuentran todos a menos de 40 minutos de Sunderland.
Quads: los novatos tienen la palabra
La tendencia de renovación en la élite queda igual de patente en el pelotón de quads, con un novato de 26 años a la cabeza. Simon Vites se alzaba discretamente al puesto de máximo honor, sin ganar ninguna etapa, pero el camino de regreso se anuncia estresante para el francés, a quien le pisan los talones otros pilotos ambiciosos. Por ejemplo el ruso Sergey Karyakin, 25 años, y que ya cuenta con la experiencia de tres Dakares (4º en 2016), así como otro piloto galo, Axel Dutrie, con un estreno en la prueba por todo lo alto. Tampoco hay que olvidar que detrás de ellos se figura Ignacio Casale, ganador en 2014, a tan solo 14 minutos del primer puesto.
Coches: recital a tres voces de Peugeot
Está causando estragos. En la edición de 2016, la escudería Peugeot dominaba la prueba y llevaba a la victoria al 2008 de Stéphane Peterhansel. El caballero de todos los récords en el Dakar se posiciona a mitad del recorrido como candidato legítimo a un 13er puesto, su 7º en coches. “Monsieur” Dakar empezaba discreto, haciendo gala de su dominio de camino a Tucumán para volverse a hacer con el mando aprovechando los pequeños y los grandes errores de sus rivales y/o compañeros de equipo la víspera de la jornada de descanso. La gran batalla que se perfila hasta Buenos Aires es la que tendrá que librar contra sus compañeros que también conducen un 3008. Sébastien Loeb alterna entre la rapidez insolente, que le ha permitido imponerse en dos especiales como quien sale de paseo, y el aturdimiento intermitente, que aún no le ha pasado factura, pese a sus torpezas: va segundo detrás de Peterhansel a tan solo 1’09». El podio provisional se ve completado por Cyril Despres, que rubricaba su primera victoria de especial en coches en la etapa más dura de navegación, en Tupiza. Aunque el antiguo piloto de motos cedía su puesto en lo más alto de la general en la última especial disputada, hace gala sobre el terreno de su madurez como piloto de coches, con un retraso de menos de 5 minutos frente a su mentor. La única sombra que planea en la clasificación para la marca del león es la desaparición de la clasificación de Carlos Sainz, que no peca de falta de madurez, pero que, desgraciadamente, vuelve a confirmar su reputación de acróbata en ocasiones excesivamente creativo. El piloto español estaba a punto de hacerse con el liderazgo cuando salió espectacularmente de la pista, volando hacia su 5º abandono consecutivo a 8 kilómetros de la meta de la 4ª etapa.
Aunque ocupan los tres primeros puestos en la general, los Peugeot no han eliminado totalmente a la competencia. Se han beneficiado del abandono de su rival más peligroso, Nasser Al Attiyah, que después de perder una de las ruedas de su Toyota se veía obligado a abandonar el 3er día de la carrera. Sin embargo, no han logrado realmente distanciar a Joan “Nani” Roma. El ganador de 2014, también al volante de un Hilux, se posiciona a 5’35» de Peterhansel y conserva todas sus posibilidades de inscribir de nuevo su nombre en el palmarés de la prueba. La tarea resultará mucho más ardua para Mikko Hirvonen, líder del Team X-Raid, a 40 minutos, al cometer sus primeros errores de navegación en la etapa de Oruro. Al finlandés, 5º a mitad de carrera, le siguen los otros dos Mini, con Jakub Przygoński y “Orly” Terranova al volante.
Camiones: De Rooy, líder bajo presión
Al igual que en coches, el vigente campeón lleva la batuta en la categoría de los camiones. Sin embargo, Gerard de Rooy, ganador de las dos últimas etapas, tampoco se encuentra a salvo de un posible retorno con fuerza de los Kamaz, con tres camiones pisándole los talones. Eduard Nikolaev, ganador del Dakar 2013, prácticamente está empatado con el holandés, mientras que sus compañeros de equipo Dmitry Sotnikov (3º a 6’36») y Airat Mardeev (4º a 16’32») garantizan la potencia colectiva del equipo ruso, listo para ejercer una presión permanente sobre el líder de la carrera hasta Buenos Aires.