Dakar 2022 | Etapa 11 | Bisha > Bisha
13 enero 2022
EN EL PUNTO DE MIRA
La penúltima especial del Dakar ha recibido los elogios del mismísimo “Matador”, quien se ha anotado hoy su segunda victoria de etapa en esta edición: “hierba de camello, dunas, más dunas, rocas, cauces secos; especial muy completa y muy difícil de abrir”. Etapa circular con salida y llegada en Bisha que se dirigía hacia el norte hasta adentrarse en la provincia de La Meca, justo antes de dar media vuelta para regresar a Asir, en el extremo sudoccidental del reino saudí.
Con un recorrido total de 501 kilómetros, el tramo cronometrado equivalía a 346 kilómetros compuestos por un 42 % de arena y una tercera parte de dunas, en ocasiones muy blandas, que han servido para que los aspirantes a la victoria de mañana marquen la diferencia en este último bucle. “La etapa más dura de este Dakar”, resumía a su llegada el motorista Pablo Quintanilla, quien ha aprovechado para encaramarse a la segunda posición de la general, por detrás de Sam Sunderland.
LO ESENCIAL
Ayer ya presintió que una trampa se cernía sobre él. Adrien Van Beveren, analista de excepción de la etapa anterior, estaba obligado a protagonizar una gran gesta para que sus rivales directos y el resto de competidores no se le echaran encima. En cambio, todo ha sido mucho más mundano: unos minutos de duda en un waypoint, cuando apenas se llevaban recorridos 4 kilómetros de pistas, han hecho que el reto se le escapase de las manos. Los estrategas que ayer buscaron ocupar una posición de salida favorable esta mañana fueron la otra cara de la moneda y pudieron abrir gas al máximo. Sam Sunderland, el más constante de este año, ha cosechado los mejores resultados y se ha vuelto a poner en cabeza, mientras que Pablo Quintanilla, avispado como él solo, escala hasta el 2º puesto a 6’52’’ de un líder que ya puede avanzar con algo de tranquilidad hacia la victoria definitiva. Por su parte, Matthias Walkner ha superado a Van Beveren, pero es difícil que el francés se contente con la 4ª posición que le espera mañana, por mucho que el podio parezca muy lejano: en concreto, a la distancia de 8’15’’ que lo separan del campeón austriaco.
En el fragor de la lucha por la victoria final, Kevin Benavides se ha adjudicado casi a modo de anécdota la 6ª especial de su carrera, un poco como Carlos Sainz, quien se quedó sin opciones de hacer podio desde el principio del rally. El triunfo del piloto madrileño, 41º de su palmarés dakariano, no despierta tanta admiración en un Nasser Al-Attiyah que presume de 44 victorias de etapa y ahora pensará sobre todo en su ventaja frente a Sébastien Loeb. El gran esfuerzo de hoy del piloto francés para reducir distancias solamente le ha servido para arañar 4 minutos, que además han quedado desbaratados a raíz de una sanción por exceso de velocidad. Camino despejado y puente de plata para Al-Attiyah en una última etapa de Jeddah en la que saldrá con un amplio colchón de 33’19’’.
En quads, resulta paradójico que Alexandre Giroud parezca más estresado que el catarí de cara a esa especial de 169 kilómetros, ya que parte con la friolera de 2h41’ de ventaja sobre Kamil Wiśniewski.
En T3, Quintero ha seguido dando espectáculo al embolsarse su 11ª etapa de las 12 disputadas, mientras “Chaleco” López sigue avanzando hacia el título con una despreocupación absoluta. El comandante en jefe del equipo South Racing saldrá mañana con 55’ de ventaja sobre su compañero Sebastian Eriksson.
A cambio, su vecino de paddock que participa en SSV, Austin Jones, saldrá con el miedo en el cuerpo tras perder su condición de líder y verse obligado mañana a rascarle 1’41’’ a Gerard Farrés si desea hacerse con el título (véase la sección “La actuación del día”).
En Kamaz, el líder de la carrera de camiones sigue siendo Dmitry Sotnikov, con un margen de 8’18’’ frente a su compañero Eduard Nikolaev.
UN DURO REVÉS
No hay nada más frustrante que tropezar a un día de la meta. Es lo que le ha pasado hoy a Martin Michek, y por si eso fuera poco, ya es la segunda vez que vive esta ingrata experiencia. El checo disputó su primer Dakar hace dos años, pero se vio obligado a tirar la toalla casi como hoy por culpa de un problema mecánico en la penúltima etapa. Aquejado de una rara enfermedad hepática que debería haber requerido un trasplante según los médicos, Michek se recuperó milagrosamente y se volvió a subir a la moto en menos de dos meses, con el objetivo de resarcirse del año anterior en su segunda participación. Tras quedar 10º, siguió adelante con su ascensión meteórica y acabó embolsándose la Copa del Mundo de Bajas de la FIM. Este año, el representante de KTM estaba más que dispuesto a mejorar sus marcas. Después de quedar entre los 10 primeros en tres especiales, Michek afrontaba la etapa de hoy en 18ª posición a unas 2h del líder y con la condición de 5º mejor piloto privado. La misión de mejorar el resultado del año pasado se desvanecía, pero el piloto de RallyGP no ha bajado los brazos, al menos hasta que ha roto una rueda delantera después de dos puntos de cronometraje. Michek ha logrado reparar la avería, pero el daño ya estaba hecho: un retraso acumulado de más de 4h30’ y 37ª posición en la general. Un duro contratiempo para el llamado a ser jefe de filas de la nueva hornada checa, pero aún no ha dicho su última palabra ni pierde de vista su objetivo de competir como piloto oficial en el rally.
LA ACTUACIÓN DEL DÍA
La discreción tiene sus virtudes incluso en un vivac del Dakar, donde se suele tender a sacar pecho. Gerard Farrés es de los que avanzan sin hacer ruido, pero avanzan igualmente. A lo largo de su carrera, el motorista de Manresa se ha tenido que contentar muchas veces con el segundo plano, con ejercer funciones de mochilero para Marc Coma en África y después para “Chaleco” en Sudamérica. Y sin embargo, Farrés se subió al podio final en su 10ª participación en 2017 tras arrebatarle la 3ª posición a Adrien Van Beveren por unos segundos de nada. Después de pasarse a las cuatro ruedas hace dos años, solo ha obtenido puestos de honor en la categoría SSV y, si bien tampoco ha deslumbrado en esta edición de 2022, el método Farrés ha demostrado ser infalible. El piloto catalán ganó únicamente la 7ª etapa, pero cedió el protagonismo a los hermanos Goczał y esperó su momento agazapado detrás de Austin Jones, el gran favorito de la categoría. Gerard ha sabido aprovechar hoy las cuitas del estadounidense, que ha estado mucho tiempo parado tras romper la transmisión de su vehículo, para ponerse al frente de la clasificación general. Con una exigua ventaja de 1’41’’ para conquistar el título, es imposible vaticinar si este asalto al poder logrará llevarlo en volandas hasta la línea de meta. Austin Jones es un hombre de recursos, pero Farrés no se queda atrás.