A seis semanas de la cita fijada en Lima, Etienne Lavigne desvela en París los detalles del contenido deportivo de la 40ª edición del Dakar, que promete una buena ración de dunas desde las primeras etapas peruanas, a partir del 6 de enero. El recorrido total se extiende hasta Córdoba, con un itinerario de cerca de 9 000 km, con 4 500 km cronometrados. Los participantes atravesarán Perú, Bolivia y Argentina y se espera la presencia de 332 vehículos. Las motos, los quads, los coches, los SxS y los camiones preparados en Europa esperan superar las primeras verificaciones en Le Havre antes de embarcar para su travesía transatlántica y el paso por el canal de Panamá. Empieza la aventura…
“Tanto en África a finales de los años 70 como ahora en Sudamérica a principios del siglo XXI, los pilotos y equipos que participan en el Dakar parten en busca del mismo desafío, con la misma sed de descubrimiento”, recordaba Etienne Lavigne, director del rally, al inicio de la presentación de la 40ª edición. En este año de aniversario, se ha preparado un programa especial, diseñado teniendo en mente las expectativas de los competidores que deseaban un reencuentro con el desierto peruano, catado ya en 2012 y 2013. Esta vez, tendrán ocasión de sumergirse en sus majestuosas dunas durante cinco etapas. El director deportivo Marc Coma asegura que el programa de esta primera secuencia propone “una visita por toda la arena de Perú”. Las primeras pruebas de superación operarán la primera criba, pero tampoco hay que subestimar el delicado cambio de registro al entrar en Bolivia, donde la gestión de las condiciones climáticas y atmosféricas colocará a los aventureros frente a un reto extremo de resistencia. Ante todo, cabe destacar que el aumento de la dificultad ha sido calculado meticulosamente por el cinco veces ganador de la prueba con el fin de que las etapas decisivas se sitúen en la última y tercera parte de la carrera, en territorio argentino: “la etapa de Super Fiambalá (Belén-Chilecito), que será también para las motos y los quads la segunda etapa maratón de la carrera, puede convertirse la prueba más dura si nos topamos con el calor habitual”, precisa Coma.
En la lista de competidores, publicada para la presentación, se prevén 332 vehículos, todos ellos con el objetivo de cruzar la meta final en Córdoba, la capital argentina del deporte del motor. Sin embargo, tan solo un puñado en cada categoría soñará con pugnar por el título. Sin lugar a dudas, uno de ellos será Stéphane Peterhansel, con 13 títulos cosechados desde el inicio de su carrera que empezaba hace… ¡30 años! El “Señor Dakar”, jefe de filas por última vez de una armada Peugeot que copaba el podio el año pasado con Sébastien Loeb y Cyril Despres, no solo tendrá que lidiar con la competencia en casa. La flota de Toyota Hilux se verá liderada por Nasser Al Attiyah, invicto esta temporada después de su abandono al término de la tercera etapa el pasado mes de enero. En el Team X-Raid, regresa “Nani” Roma, ganador de 2014, al frente de un equipo con rivales por el título que serán duros de pelar, como Mikko Hirvonen o el recién llegado Bryce Menzies, extremadamente bien equipados con su Mini. En la categoría motos, no se logra encontrar un claro amo, después de la partida de Cyril Despres y Marc Coma. KTM sigue cosechando éxitos con Toby Price (2016) y Sam Sunderland (2017), pero la marca austríaca también cuenta con Matthias Walkner o Antoine Meo. En Yamaha, se afirma igualmente una nueva generación con Adrian van Beveren, Franco Caimi y Xavier de Soultrait como líderes, mientras que Honda apuesta tanto por la experiencia de Paulo Gonçalves y Joan Barreda, como por la juventud de Kevin Benavides o de Ricky Brabec.
“Original by Motul”: 28 pilotos-mecánicos en la salida
Siguiendo el espíritu de los pioneros del Dakar, parte de los pilotos en motos y quads optan por lanzarse a la aventura llevando el concepto de aventura y de superación personal al límite. Sin recurrir a ninguna estructura de asistencia, se encargan ellos mismos del mantenimiento de su vehículo, aunque signifique restar aún más horas de sueño. Motul, patrocinador oficial del Dakar, deseaba apoyar en su desafío a estos valientes, anteriormente llamados “malles motos”, poniendo a su disposición productos y material en el campamento. La categoría ha gozado este año de un nuevo auge, con la inscripción de 28 pilotos (frente a 23 en 2017), entre los que figura Olivier Pain (tercero en 2014), que deberá, con toda probabilidad, medirse con Jürgen Van den Goorgbergh o Lyndon Poskitt para imponerse entre los “originales”.