- La rivalidad entre los pilotos del Campeonato del Mundo quedaba en segundo plano el domingo en una jornada dedicada a la memoria de Luis Salom.Con la bendición de la familia y el equipo del pilotos tristemente fallecido durante la jornada del viernes, el Gran Premi Monster Energy de Catalunya continuaba adelante al día siguiente. El ambiente estaba ensombrecido, pero todos los pilotos coincidían en salir a pista de nuevo como la mejor fórmula de homenaje a Luis Salom.
«Salimos todos juntos a parrilla y todos le dedicaron sus carreras a Luis». Marc Márquez.
Las carreras de MotoGP™ forman parte de un deporte con una pasión desbordante que es amado por sus pilotos y seguidores. En la mañana del domingo, el amor por las carreras de velocidad prevalecía en lo que hasta entonces había resultado un fin de semana oscuro.
Los homenajes se sucedieron a lo largo de los días y el domingo la comunidad que forma la competición se reunía para demostrar su unidad. Las tres carreras que vinieron después resultaron emocionantes, pero las celebraciones quedaron minimizadas, y todas ellas estuvieron encaminadas a recordad la figura de Luis Salom.
«Quizá sea la mejor forma de recordad a Salom, es un pequeño homenaje a su familia», confesaba Rossi.
Por segunda ocasión consecutiva, la carrera de MotoGP™ resultó la más emocionante del fin de semana cuando Marc Márquez (Repsol Honda Team) y Valentino Rossi (Movistar Yamaha MotoGP) tenían su primer duelo propiamente dicho desde la carrera del año pasado en Sepang.
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La lucha por la victoria resultaba tan cerrada como siempre, pero al mismo tiempo fue limpia y segura. Los pilotos se respetaron y dejaron atrás sus rencillas para ofrecer un gran espectáculo. En el parque cerrado Rossi se acercó a Márquez para estrecharle la mano y felicitarle por una gran carrera, una oferta que Márquez aceptó con una amplia sonrisa. La tensión entre ellos había decaído.
Durante la conferencia de prensa posterior se preguntaba a Rossi si el fin de semana había llevado a facilitar su acercamiento a Márquez, algo a lo que «El Doctor» respondió con un simple «sí» seguido de una sonrisa que ya es una seña de identidad. Esa única palabra dijo mucho, y en ese momento Márquez puso su mano sobre el hombro de Valentino, ambos con una sonrisa.
Quizá todo fuera una cuestión de perspectiva: «Creo que después de lo que ha pasado, lo demás no tiene demasiada importancia. No ha sido tanto, pero era lo que había que hacer», añadía Rossi.
«Ha sido un fin de semana duro para todos los pilotos» admitía Márquez, «pero creo que este domingo todos hemos rendido a Luis Salom el tributo que merecía. Algo que creo que también es bueno por el deporte es que Valentino y yo nos hayamos dado la mano.
El español parecía tan aliviado como el resto de la comunidad por que los problemas entre ambos hayan quedado atrás: «Me gustó comprobar que el domingo había vuelto el ambiente familiar, el de la familia de MotoGP™. Cuando salimos todos juntos a la parrilla lo hicimos por Luis, y todos le dedicaron sus carreras a él».
Pol Espargaró (Monster Yamaha Tech 3) compartí los sentimientos de Márquez: «En nuestro deporte hemos demostrado que somos una gran familia e incluso sabiendo que no todos conocían a Luis, sí le han presentado su respeto con todos los pilotos subiendo al podio con las camisetas negras en honor a él y los demás pilotos corriendo con el número de Luis en sus motos».
Sin embargo, no sólo fueron Márquez y Rossi quienes apartaron sus diferencias en el GP de Cataluña. Jorge Lorenzo (Movistar Yamaha MotoGP) también tuvo un difícil fin de semana incluso antes de ser embestido por Andrea Iannone (Ducati Team) y quedar fuera de carrera, pero también sabía que hay cosas más importantes que ganar una carrera: «Tal como dije el sábado, el resultado de la carrera es secundario».
Después de una carrera en la que no había conseguido ser competitivo, Lorenzo no dudaba en elogiar el rendimiento de Rossi. «Con los neumáticos nuevos estábamos al mismo nivel pero, como sabía que ocurriría antes incluso de comenzar la carrera, comencé a tener problemas de desgranado en el neumático delantero y eso de dio muchos problemas. Rossi llevaba la misma moto y tuvo los mismos problemas. Pilotó de forma distinta y pudo preservar el neumático delantero. Desde luego, hizo una carrera increíble. Yo no pude seguirle y no pude cambiar mi estilo de pilotaje con todos los problemas. Esa es la verdad».
El paddock deja Barcelona con una pérdida irremplazable, pero un hilo de luz se ha abierto paso a través de la oscuridad. La unidad y el respeto entre los pilotos ha vuelto y la memoria de Luis Salom perdurará en cada adelantamiento y en cada «foto-finish».
