Se acerca el fin de año y el cierre de los más grandes eventos del Off Road mexicano, y el Jarochazo es uno de ellos, aprovechando las festividades en el marco de la Revolución para que el día fuera realmente festivo, y en tierras veracruzanas no había duda de ello.
Además de la calidez de su gente, los paisajes que aderezaron más de 300 kilómetros de aventura fueron excepcionales, con ríos, cascadas, vegetación -que incluía caña y café-, que vehículos “lado a lado” en su mayoría, varias cuatrimotos y contadas motos disfrutaron los más 3 centenares de visitantes de Nuevo León, Tamaulipas, Chiapas, Campeche, Quintana Roo, Oaxaca, Tabasco, Estado de México, Hidalgo, Puebla, Michoacán, Guanajuato, Jalisco y por supuesto varias ciudades de Veracruz.
La organización cumplió no solo con regalos, como jersey´s conmemorativos y hasta una cuatrimoto Can Am, sino con un excelente marcaje que incluso sin GPS podías llegar desde Costa Esmeralda hasta Chachalacas en dos días de travesía, teniendo como parada oficial la capital, Xalapa.
Además la banda Tiburonera con el corrido del Jarochazo entre su repertorio dio el toque musical a la recepción al pie de la playa y en la clausura, en donde las impresionantes dunas fueron el culmen de la aventura todo terreno.
