- Emilio Alzamora pide «volver a la normalidad» después de que unos reporteros italianos asaltasen a Márquez el pasado viernes.
El ex campeón del mundo de 125cc y mentor de Marc Márquez, Emilio Alzamora, hablaba con la prensa el sábado en Barcelona para explicar los hechos acontecidos el pasado viernes, cuando una pareja de reporteros italianos se enfrentó con piloto de Repsol Honda y con su familia en su domicilio particular en Cervera.
«Bueno, como sabéis el viernes se produjeron unos acontecimientos muy desafortunados en el domicilio de Marc, cuando un grupo de personas se acercaron a su casa y le increparon verbalmente, además de intentar entrar en su domicilio con empujones y agresiones a alguna persona de su entorno familiar», explicaba Alzamora. «Esta circunstancia nunca tenía que haber llegado hasta aquí y creo que sobrepasa los limites del deporte».
«Como es lógico, hemos iniciado las acciones legales oportunas y quiero que sepáis que Marc está bien, intentando prepararse físicamente como siempre hace y tener una vida normal. Lo que pedimos es respeto para Marc y para su familia. Todos conocéis a Marc; yo creo que esta situación se está yendo demasiado lejos y es el por qué de esta declaración».
«Marc está preparando su último gran premio, quiere seguir trabajando como lo está haciendo y tener normalidad, por lo que es importante respetar tanto a Marc como a su familia», concluía.
Stefano Corti y Alessandro Onnis, dos reporteros del programa Le Iene (Las Hienas), un formato que recuerda a Caiga Quien Caiga, se colaron en la casa del bicampeón del mundo con la intención de entregale la ‘Coppa di Minchia’, un gran pene de juguete. Márquez se ha negado a atenderlos, y entonces, los transalpinos han sacado dos botellas de cava y las han roto contra el suelo y contra la pared del garaje de la casa. Julià Márquez, padre del piloto, ha salido a enfrentarse a los periodistas, momento en el que Marc ha decidido salir de la escena. El problema es que los reporteros le han zarandeado y agarrado para que no se fuera, llegando a arañarle el cuello. La familia, entonces, ha llamado a los Mossos d’Esquadra, que según habrían tirado las cámaras de los reporteros. Éstos, después, han subido una foto a Facebook mostrando su material roto, diciendo que habían sido los Márquez quienes les habían agredido (versión que relata también el diario La Gazzetta Dello Sport) y que iban a acudir al hospital a tratarse de sus heridas.
«Stefano Corti y Alessandro Onnis han dado órdenes a sus abogados para denunciar a Marc Márquez y a sus familiares por agresión, lesiones, calumnia y hurto», informó el programa en un comunicado.
El programa, una especie de Caiga quien caiga a la italiana, mantiene que la versión difundida por los abogados de Márquez «contiene una narración de los hechos no verídica». Aseguran que «el piloto no fue ni insultado ni humillado» sino que fueron los dos reporteros «quienes sufrieron la violencia».
La nota subraya que «Márquez fue encontrado cuando estaba con el padre y el hermano para darle un premio de broma por las vicisitudes que ha protagonizado en la pista», en alusión al vivido con su rival italiano Valentino Rossi en Sepang.
«Pero en el momento de la entrega de la copa los dos invitados fueron agredidos sin que pudieran explicar el sentido de nuestro juego. Los asaltantes han roto la cámara y se han apropiado de las tarjetas de memoria que mostraríamos si fueran entregadas», señala. Y añade: «Otra grabación está en las manos de Márquez: su madre ha grabado el suceso con el móvil. Si quisiera podría hacer público el vídeo».
Emitirán imágenes de los hechos En este sentido, el programa afirma que ha logrado salvar algunos documentos gráficos que «documentan como se desarrollaron efectivamente las cosas» y que serán emitidos el próximo lunes. Los hechos ocurrieron la tarde del viernes, cuando los dos reporteros irrumpieron al parecer en la casa de Márquez en Cervera (Lleida) con la idea de elaborar un reportaje divertido y hacerle entrega de un trofeo. Según diferentes versiones, Marc llegó a casa de entrenarse, acompañado por su hermano Alex y el padre de ambos, Julià, y se encontraron con el equipo de televisión instalado en la puerta del garaje, lo que provocó el enfrentamiento.
