El dramático fin de semana de Jorge Lorenzo en Assen ha dado una nueva vuelta de tuerca con su llegada al circuito holandés este viernes por la tarde.
El actual campeón del Mundo, que el jueves se fracturó la clavícula izquierda durante la segunda sesión libre de MotoGP, se sometió la pasada madrugada a una exitosa intervención quirúrgica en Barcelona. Esta mañana recibía la autorización médica para volar y a última hora de la tarde estaba de nuevo en el paddock de Assen tras aterrizar a las 17.40 h en el aeropuerto de Groningen a bordo del avión privado que ha facilitado su periplo de ida y vuelta.
El mallorquín, que quiere apurar sus opciones de competir en la séptima prueba del Campeonato del Mundo, se someterá el sábado a las 8 de la mañana a un examen médico que determinará si puede intentar alinearse en la carrera.
Su Team Manager Wilco Zelembeerg haseñalado esta tarde: «Vamos a ver cómo está Jorge mañana. Espero que se encuentre bien y que los médicos le puedan dar la autorización para intentar por lo menos probarse en el warm up. Obviamente correr tras una fractura de clavícula no es fácil y somos conscientes de que subir a la moto mañana puede ser un riesgo para él, pero vamos a decidir mañana después de la revisión médica».
«Analizaremos la situación con mucha atención, pero también hay que decir que si se cae mañana por la herida o dentro de 15 días sería prácticamente lo mismo. A partir de aquí comienza una temporada diferente».
En el caso de que Lorenzo recibiera la autorización de los médicos, arrancaría desde la 12ª posición gracias a su tiempo en la clasificación combinada de las sesiones libres. Su crono en la FP1 le clasificó directamente para disputar la Q2, pero al perderse esa sesión quedaría clasificado en la última posición de esa tanda, por tanto en el duodécimo puesto de la parrilla.