- La elección y el consumo de los neumáticos será clave para la prueba británica, que ha visto su asfalto renovado.
El Campeonato del Mundo de MotoGP™ aterriza en Silverstone para la duodécima prueba del Campeonato del Mundo de MotoGP. El trazado británico, de naturaleza muy peculiar, cuenta con un sin fin de curvas que se enlazan entre ellas. De 5.900 metros, es el circuito más largo del calendario y ha sido reasfaltado por completo.
La gama de neumáticos será diferente al del resto de Grandes Premios: los pilotos contarán con cuatro compuestos delanteros y cuatro traseros (normalmente suelen ser tres): los equipos tendrán la oportunidad de usar un blando, un medio y dos duros. En cuanto a los neumáticos delanteros, el blando será asimétrico (con la parte derecha más dura), mientras que el resto son simétricos. Todos los traseros son asimétricos (con la parte derecha más dura) para afrontar las 10 curvas de derechas y las 8 de izquierdas.
La climatología es muy estable en esta zona de Gran Bretaña, por lo que Michelin prepara las Power Rain, en compuestos blando y medio, para poder cubrir las necesidades de los pilotos durante el fin de semana.